El IPAP es un indicador que anticipa entre uno y dos trimestres la evolución de la Inversión Bruta Interna Fija, uno de los componentes fundamentales del Producto Bruto Interno (PBI)
El IAE Business School, escuela de negocios de la Universidad Austral, dio a conocer los resultados del Índice de Precio de los Activos Productivos (IPAP) correspondiente al cuarto trimestre de 2020, en el que se registró nuevamente una contracción interanual de -4,6%, aunque menor a la registrada en el trimestre anterior (-7,5%), en un escenario macroeconómico desfavorable y sosteniendo su caída desde el tercer trimestre de 2018, es decir, bastante antes de la aparición del COVID-19.
Ya en el marco de la pandemia, respecto del trimestre anterior, se observa una incipiente disminución de -0,2%. La disminución interanual del IPAP estuvo impulsada esencialmente por el Merval ya que, éste último evidenció una retracción de -29,1% en dólares constantes. Mientras que el índice del precio de la tierra se contrajo -0,8%, el índice de los precios de los departamentos disminuyó -10,9%, ambos también medidos en dólares constantes.
La contracción evidenciada del IPAP desde el tercer trimestre de 2018 y la correspondiente a los últimos cinco trimestres consecutivos para el IPAP(Q), un cociente entre el IPAP e indicadores del costo de reposición de los activos, aproximándose así a la célebre Q de James Tobin, aunque con una leve recuperación para este trimestre, constituyen un claro anticipo de la evolución registrada posteriormente en la IBIF, la cual se sostuvo en una fase de retracción en su crecimiento en -8,5% a/a en el cuarto trimestre de 2019, -18,1% en el primer trimestre de 2020, una fuerte caída de -38,3% durante el segundo trimestre, menor contracción de -10,3% en el tercer trimestre de 2020 y, finalmente, una marcada recuperación de 16% durante el cuarto trimestre de 2020
Por otra parte, se destaca que la brecha entre el IPAP y la IBIF persiste a pesar de su reducción durante el último trimestre. En ese sentido, se espera que el aumento reciente del precio de la soja tenga efectos en aras de minimizar la brecha mencionada.
También en esta materia la Argentina se encuentra en una situación muy delicada. En el cuarto trimestre de 2020 la inversión a precios corrientes se ubicó en 15,8% del PIB, recuperando su participación luego de la fuerte reducción observada en el segundo trimestre del año. Sin embargo, para que la inversión aumente será decisiva la capacidad de las autoridades de formular un plan económico y social sólido y capaz de lograrlo.
Sin aumento de la inversión no habrá crecimiento sostenible, ni se incrementará el empleo y no será posible reducir la pobreza. Haber acordado con los acreedores del Estado argentino es condición necesaria, pero no suficiente, para aumentar la inversión. También es necesario respetar la Constitución y las leyes nacionales y crear las condiciones para una rentabilidad razonable.