Por ende, los rindes de obligaciones respaldadas en papeles comerciales o deuda colaterizada (ODC), que vencían el 31 de agosto, alcanzaban los màximos desde hace un año. La demanda por letras de tesorería a cinco años, subastadas el jueves, llevó el volumen de US$ 13.000 millones.
Dicho sencilllamente, el temor a la licuación de papeles comerciales y ODC (instrumentos de deuda privada) empuja los mercados a la deuda pública. Por ende, sube el precio de ésta y baja su rinde. Algunos analistas definen el fenómeno como “tándem irracional”.
El rendimiento de letras a tres meses, entonces, cedió 42 puntos básicos, a 3,59%. Mientras tanto, el volumen de papeles comerciales pendientes caía 11%, a US$ 244.100 millones. Más de veinte sociedades y fondos no pudieron recolocar nuevos OCD, pues los inversores escapaban rumbo a la deuda federal. En ese contexto, las letras de Tesorería por hasta 270 días de plazo representaban terminando agosto una masa de US$ 1,98 billones y los papeles privados respaldados en activos cedían a US$ 59.400 millones.
Por ende, los rindes de obligaciones respaldadas en papeles comerciales o deuda colaterizada (ODC), que vencían el 31 de agosto, alcanzaban los màximos desde hace un año. La demanda por letras de tesorería a cinco años, subastadas el jueves, llevó el volumen de US$ 13.000 millones.
Dicho sencilllamente, el temor a la licuación de papeles comerciales y ODC (instrumentos de deuda privada) empuja los mercados a la deuda pública. Por ende, sube el precio de ésta y baja su rinde. Algunos analistas definen el fenómeno como “tándem irracional”.
El rendimiento de letras a tres meses, entonces, cedió 42 puntos básicos, a 3,59%. Mientras tanto, el volumen de papeles comerciales pendientes caía 11%, a US$ 244.100 millones. Más de veinte sociedades y fondos no pudieron recolocar nuevos OCD, pues los inversores escapaban rumbo a la deuda federal. En ese contexto, las letras de Tesorería por hasta 270 días de plazo representaban terminando agosto una masa de US$ 1,98 billones y los papeles privados respaldados en activos cedían a US$ 59.400 millones.