Por Ernesto Fernández Machado (*)
Cada vez más empresas entienden que es menester implementar estas normas tanto para su crecimiento interno como para su desarrollo social y económico.
El manual de compliance es un programa de integridad que debe ser coherente con los objetivos de la empresa y determina los principios e ideales con los que el personal interno debe trabajar.
Los mismos valores que se defienden frente a otras instituciones. Para ello, cada vez que se incorpora un colaborador, éste debe firmar el conjunto de normas como parte del contrato.
Uno de los pilares en los que se funda el programa de compliance es el código de ética de la empresa y, por lo tanto, para su desarrollo no puede haber contradicciones entre ambos. Otros pilares son la incorporación de un oficial de cumplimiento y la implementación de un canal de denuncia anónimo y confidencial para poder garantizar el éxito del compliance. Frente a una denuncia contra un colaborador de la empresa, el oficial debe tomar acciones.
Por otro lado, puertas afuera de la empresa el programa de compliance también genera beneficios. A modo de ejemplo, las compañías ganan status si están inscriptas en el Registro de Integridad y Transparencia para Empresas y Entidades (RITE) cuyo requisito es poseer un programa de integridad y ética. Además, se está trabajando para que el Congreso sancione una ley que prohíba al Estado contratar a una empresa privada si ésta no tiene compliance.
En este escenario, es fundamental que las empresas argentinas conozcan y analicen la importancia de sumarse a esta favorable tendencia que ya vienen desarrollando cientos de compañías a nivel global.
(*) CEO de Grupo CETA. La definición del código de ética y el programa de compliance es uno de los servicios que presta Grupo CETA.