jueves, 26 de diciembre de 2024

Commodities: exportar más para ganar menos

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El fin de la política monetaria expansiva de la FED puede impactar negativamente en los precios de los commodities, con lo que no es esperable que continúen empujando el valor de las exportaciones.

 Para Argentina se presenta el desafío de que para lograr un avance en las ventas externas necesitará incrementar las cantidades exportadas, algo que al menos en la última década resultó poco frecuente, señala Mauricio Claverí, coordinador de Comercio Exterior y Negociaciones Internacionales de abeceb.com en su reporte semanal de exportaciones argentinas y comercio exterior.

Las dificultades que está atravesando la economía internacional, con un escenario donde la regla es una desaceleración en el ritmo de crecimiento de las economías emergentes, los motores globales en los últimos años, exige replantearse la situación a futuro de las exportaciones argentinas.

No solamente porque el superávit comercial se ha vuelto el sostén más importante de las cuentas externas y, por ende, se ha convertido en la fuente esencial de divisas, sino porque en los últimos años se ha observado una tendencia a la primarización y concentración de las exportaciones. Es decir, un peso cada vez más relevante de commodites en la estructura exportadora total.

En este sentido, si bien la demanda mundial de estos productos seguirá siendo sólida traccionada por China, India y otros países asiáticos, uno de los factores que ha explicado el aumento de los precios de estos productos puede experimentar un vuelvo en el corto plazo.

Es que la reducción de los niveles de desempleo en los Estados Unidos conduciría a un aumento de la tasa de referencia de la FED, actualmente en valores próximos a 0%, en algún momento de 2014.

De esta manera, una buena parte de los capitales financieros que actualmente ve al mercado de commodities como una opción de inversión rentable se redirigiría a los bonos del Tesoro norteamericano, lo que impactaría en los precios de los commodities en general y de los bienes agrícolas en particular.

En consecuencia, no se puede apostar a que la dinámica de precios que ha sostenido las exportaciones argentinas en estos últimos años continúe en el futuro próximo.

Si bien los precios seguramente se mantendrán en niveles altos, un aumento sostenido de las ventas al exterior necesitará de un incremento de las cantidades, justamente lo que hasta ahora no caracteriza al desempeño exportador de Argentina.

Efectivamente, en el período 2003-2012 las exportaciones argentinas crecieron 175%, algo menos que el promedio regional, lo que no sería una performance negativa si las cantidades hubieran sido las principales responsables de este incremento.

Sin embargo, en ese lapso éstas sólo crecieron un 20%, por lo que el 88% del aumento de exportaciones se explica sólo por mejores precios. Respecto del período 1993-2003 la comparación es desfavorable, ya que si bien las ventas al exterior avanzaron solamente 125% las cantidades aumentaron 128%, con un retroceso de 2% en los precios.

Por lo tanto, si en los próximos años la dinámica real se mantiene tan frágil a las exportaciones les costará muchísimo avanzar a buen ritmo, dado que no seguramente no podremos seguir contando con el empuje de los precios. Esta es otra señal de alerta para la economía argentina, que depende del flujo de divisas aportado por el comercio de mercancías para sostener unas ya de por sí frágiles cuentas externas, con lo que puede significar para la estabilidad del mercado cambiario.

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