En pocos días, los analistas esperan una ola de malos resultados trimestrales en todo el negocio financiero, que pueden revelar como ingenuo el “camino al futuro” diseñado por Pandit. Por de pronto, ya los papeles de muchas entidades locales y regionales sienten el desplome de IndyMac, una de sus líderes.<br />
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Ahora, Merrill Lynch –la mayor firma de valores- declara miles de millones en liquidaciones y otra pérdida trimestral. A su vez, JP Morgan Chase (que compró un clavo llamado Bear Stearns) anticipa que sus utilidades cayeron 50%. El viernes, tocará a Citigroup difundir el tercer trimestral en rojo.<br />
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Mientras los precios de viviendas siguen bajando y la economía se avecina a una estanflación (estancamiento con inflación), los norteamericanos se atrasan en pagos hipotecarios. Similar fenómeno castiga al financiamiento automotor –por leasing, alquiler con opción de compra- y a tarjetas de crédito.<br />
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En el primer caso, la gente devuelve coches antes de tiempo y deja caer operaciones. Por otra parte, comienzan a tener problemas los préstamos a constructoras e inmobiliarias comerciales. Citigroup registra en julio de 2007-junio último más de US$ 45.000 millones en quebrantos crediticios y depreciaciones contables.<br />
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En esos doce meses, su capitalización bursátil se contrajo 70%. Poco influyeron los US$ 40.000 millones recaudados por Pandit en sus ocho meses de gestión. Su “camino al futuro” no luce más promisorio que el su antecesor, Charles Prince.
Citigroup: un programa que no amortiguará golpes
Vikram Pandit presentó a sesenta ejecutivos un plan para sacar del atolladero al segundo banco norteamericano. Pero sus siete puntos no servirán para absorber los reveses que aguardan en semanas venideras.