Ciertamente no es una cifra relevante si se la compara con el total de reservas que acumula el Banco Central por US$ 3.051 billones (millones de millones). Lo llamativo es el cambio de tendencia: las divisas ahora no engrosan las arcas bancarias, y comienzan a marcar una tendencia de vuelo fuera de las fronteras del país.
En buena medida, esa reducción forma parte de los intentos del Central por estabilizar el valor del renminbi, la moneda local, bajo presión en los mercados globales, especialmente asiáticos. Aunque también por la nueva fortaleza que exhibe el dólar. Se estima que la mitad de esa cifra que se fue, se usó para defender el valor de la moneda local.
Lo que está claro es que las autoridades insistirán y profundizarán su política de ajustar controles de capital, algo que preocupa a empresarios europeos y estadounidenses temerosos de tener problemas para reenviar sus dividendos locales.
En 2015, después de la devaluación de la moneda local, comenzó el éxodo. En los primeros 10 meses de este año, los capitales emigrados totalizan US$ 530 mil millones.
Nuevas limitaciones al egreso de capitales, pueden dificultar mucho la operación normal de los negocios extranjeros, tanto en el campo de las importaciones, como en el de la remesa de dividendos de filiales locales.
Las regulaciones aprobadas rigen desde el 28 de noviembre pasado.