El informe realizado por Gastón Sempere y María Belén García (analistas de Research), y Leonardo Bazzi (responsable de Research) de Puente indica que el consenso de asesores proyecta: i) una depreciación del real, por los riesgos que existen en la implementación de los recortes presupuestarios en un año electoral y por menores ingresos de capitales; ii) una leve apreciación del peso mexicano, favorecido por una mayor demanda de sus exportaciones por parte de EE.UU.; y iii) una estabilización del peso colombiano a pesar de la política expansiva que está llevando a cabo su banco central para elevar la inflación.
Entre los países emergentes, la ampliación de la banda de flotación del yuan no fue una medida de carácter coyuntural, sino que se encuadra dentro del plan del Gobierno de iniciar un proceso de mayor apertura de sus mercados.
Y el rublo podría continuar depreciándose en caso que empeoren las relaciones diplomáticas con Occidente.
La salida de capitales de Rusia podría aumentar, no solo por perspectivas de un rublo más débil, sino por rebajas en las calificaciones crediticias de las empresas rusas endeudadas en moneda extranjera.
Asimismo, que el dólar multilateral (respecto las monedas de los principales países desarrollados) comenzaría a apreciarse hacia mediados de año, cuando el crecimiento de los salarios empiece a traducirse en inflación y el diferencial de rendimientos con los bonos de Europa se amplíe.
También las perspectivas para el euro son negativas ante: i) expectativas de una desaceleración en el desapalancamiento de los bancos (cuyos balances con activos subprime generaron la crisis de deuda soberana entre 2010 y 2012, que incrementó la volatilidad el euro), ii) una reducción del diferencial de rendimiento respecto los bonos de EE.UU., y iii) menores ingresos de capitales.
En cuanto al yen, se mantienen las perspectivas negativas por: i) una apreciación del dólar, que fomentaría más estrategias de carry trade con el yen debido a su menor costo relativo, y ii) un mayor rendimiento de los bonos del Tesoro de EEUU, que funcionan como sustituto de reserva de valor.