sábado, 21 de diciembre de 2024

China eleva nuevamente el encaje para frenar el crédito

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Con la aprobación de Estados Unidos, Beijing vuelve a limitar capacidad prestadora, tras haberlo hecho en mayo. Su objeto es enfriar una economía que ha crecido 11,3% en el segundo trimestre del año.

El banco ha resuelto pasar de 8 a 8,5% en encaje sobre depósitos del sistema financiero. Desde el 15 de agosto, pues, los bancos comerciales (en realidad, son sólo cuatro) tendrá menos fondos para dar crédito.

El 18 de julio, el gobierno ya había anticipado que “frenaría toda inversión sin sustento razonable” en sectores industriales pero, esencialmente, en bienes raíces urbanos. Amén de recalentar el producto bruto interno, la tendencia “promueve inflación y amenaza con transtornar la actividad en general”.

Cabe señalar tres puntos. Primero, que es la economía grande más acelerada. Segundo, que continúa siendo un país en desarrollo. Tercero, que el sistema financiero tiene ya una carga de US$ 673.000 millones en carteras incobrables.

De acuerdo con Zhou Xiaochuan, presidente del emisor. Se drenarán canales crediticios, sobreactivados por efectos del enorme superávit comercial y de pagos externos. El funcionario admite que la asimetría en el intercambio, por ejemplo, perjudica las relaciones con EE.UU. y la Unión Europea. “El banco central es hoy más proactivo que antes. Estos ajustes probablemente duren otros seis meses”, presume la oficina en Hongkong de Deutsche Bank.

Zhou quiere que la masa de depósitos bancarios (unos US$ 4 billones) dejen de orientarse a empresas no rentables o mal manejadas y a especuladores inmobiliarios. Esos grupos –y los feudos provinciales- son responsables de moras, incobrables e inflación. Cada punto extra de encaje absorbe unos US$ 3.700 millones de liquidez.

El banco ha resuelto pasar de 8 a 8,5% en encaje sobre depósitos del sistema financiero. Desde el 15 de agosto, pues, los bancos comerciales (en realidad, son sólo cuatro) tendrá menos fondos para dar crédito.

El 18 de julio, el gobierno ya había anticipado que “frenaría toda inversión sin sustento razonable” en sectores industriales pero, esencialmente, en bienes raíces urbanos. Amén de recalentar el producto bruto interno, la tendencia “promueve inflación y amenaza con transtornar la actividad en general”.

Cabe señalar tres puntos. Primero, que es la economía grande más acelerada. Segundo, que continúa siendo un país en desarrollo. Tercero, que el sistema financiero tiene ya una carga de US$ 673.000 millones en carteras incobrables.

De acuerdo con Zhou Xiaochuan, presidente del emisor. Se drenarán canales crediticios, sobreactivados por efectos del enorme superávit comercial y de pagos externos. El funcionario admite que la asimetría en el intercambio, por ejemplo, perjudica las relaciones con EE.UU. y la Unión Europea. “El banco central es hoy más proactivo que antes. Estos ajustes probablemente duren otros seis meses”, presume la oficina en Hongkong de Deutsche Bank.

Zhou quiere que la masa de depósitos bancarios (unos US$ 4 billones) dejen de orientarse a empresas no rentables o mal manejadas y a especuladores inmobiliarios. Esos grupos –y los feudos provinciales- son responsables de moras, incobrables e inflación. Cada punto extra de encaje absorbe unos US$ 3.700 millones de liquidez.

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