Los síntomas surgen en Nueva York, Filadelfia, Chicago y Los Ángeles, exactamente mientras medios y operadores vinculados a la especulación bursátil buscan prolongar la larga serie de “minirrécords” marcada en Wall Street y otras plazas, inclusive Londres, Fráncfort y San Pablo. Este fenómeno artificioso coincide con los peores momentos vividos en varios años por el dólar ante el euro, la libra y el real.
Hay un notable contraste entre el alza de ventas minoristas norteamericanas en mayo (1,5%) y la baja en junio (0,9%, la mayor en casi dos años). Según cifras del departmento federal de comercio, si se excluyen automotores el descenso afloja a 0,4%. Eso revelka que, más allá de la crisis hipotecaria, la demanda de vchículos continúa en un cono de sombras.
De inmediato, fuentes privadas salieron a señalar que las expectativas del público avanzan en julio más esperado. Amén de ser simples pronósticos derivados de encuestas, se limitan al centro norte del paía y su metodología no tiene en cuenta la crisis inmobiliaria ni las ventas automotrices. Esta medida de “confianza” se limita al comercio, la industria y la exportación de manufacturas.
Los síntomas surgen en Nueva York, Filadelfia, Chicago y Los Ángeles, exactamente mientras medios y operadores vinculados a la especulación bursátil buscan prolongar la larga serie de “minirrécords” marcada en Wall Street y otras plazas, inclusive Londres, Fráncfort y San Pablo. Este fenómeno artificioso coincide con los peores momentos vividos en varios años por el dólar ante el euro, la libra y el real.
Hay un notable contraste entre el alza de ventas minoristas norteamericanas en mayo (1,5%) y la baja en junio (0,9%, la mayor en casi dos años). Según cifras del departmento federal de comercio, si se excluyen automotores el descenso afloja a 0,4%. Eso revelka que, más allá de la crisis hipotecaria, la demanda de vchículos continúa en un cono de sombras.
De inmediato, fuentes privadas salieron a señalar que las expectativas del público avanzan en julio más esperado. Amén de ser simples pronósticos derivados de encuestas, se limitan al centro norte del paía y su metodología no tiene en cuenta la crisis inmobiliaria ni las ventas automotrices. Esta medida de “confianza” se limita al comercio, la industria y la exportación de manufacturas.