Gert-Jan van den Akker, presidente de la división de cadena de suministro agrícola de Cargill dice que ya no se puede pensar más en hacer dinero con la venta de granos. La manera tradicional de comprar cultivos en un origen y depositarlos en un puerto ya está pasada de moda.
van den Akker dice que se ha producido un gran cambio en los mercados de los commodities agrícolas. Cargill maneja y procesa cientos de millones de toneladas de granos y carnes al año. La compañía con sede en Estados Unidos ha dependido durante décadas de una gran red de silos y puertos para mantener su ventaja como intermediaria de granos y oleaginosas. Explicó que Cargill y sus rivales históricamente han financiado a los agricultores y aceptado comprarles sus cosehas al terminar la recolección. Compraban los granos, los guardaban en los silos de la compañaía y luego elgían el momento de venderlos. Esto quiere decir que esperaban a que los mercados se apreciaran para vender. “Eso, que era lo que creaba los márgenes de ganancias, ya se acabó. No existe más”, dice el ejecutivo.
En los últimos diez años los agricultores han crecido. Han invertido en enormes bolsas de plástico o en silos de metal para guardar sus cosechas y eso les permite decidir en qué momento venden sus granos. La información sobre los precios de los granos, sobre el tiempo y los flujos de compra venta también están al alcance de los agricultores y los consumidores. O sea que ya no hay secretos en el mundo de la agricultura y ya no hay lugar para la intermediación.