Caída en el índice de expectativas económicas

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Esta vez, diciembre no fue un mes optimista como ocurría hasta ahora. 4 puntos abajo.

El Ãndice General de Expectativas Económicas (IGEE) revirtió su tendencia positiva en el último mes del año pasado, generando una caída interanual de 4 puntos -respecto a diciembre 2016-, y un retroceso de 9 puntos al comparar con noviembre pasado, según se desprende del análisis que realiza mensualmente Kantar TNS.

Del estudio que mide la percepción de la población -desde 1982-, acerca de la situación económica y laboral en el país se destaca que “las expectativas retroceden abruptamente en el cierre del año regresando a los niveles bajos de principio del 2017, en contraposición a años anteriores donde diciembre es un mes optimista”, explicó Mercedes Ruiz Barrio, Investigadora Senior de Kantar TNS.

Si bien todos los componentes del IGEE se redujeron: situación económica-laboral actual y futura en Argentina, ingresos del hogar a mediano plazo y momento para la compra de bienes durables, el impacto de la retracción fue mayor sobre si es un buen momento o no para la compra de bienes durables como, por ejemplo, heladeras, lavarropas o teléfonos.

“El año terminó con un índice de expectativas en baja, un pesimismo –referente a la situación laboral y económica del país– sobre el momento actual mayor que la perspectiva respecto al futuro, advirtiendo que no resulta el mejor momento para la compra de bienes durables“, relató la ejecutiva al explicar la opinión de la población.

En líneas generales, las evaluaciones se hacen más críticas entre los menores de 25 años del área del Gran Buenos Aires -que en los de CABA e interior del país-, y de los niveles socioeconómicos más bajos.

Las expectativas que son con una visión más negativa que en meses anteriores, también impactaron en la evaluación respecto a la dirección que está tomando el país, pasando de un 51% que consideraba que iba en el camino correcto a un 40%.

De esta forma, la tendencia general retomó la volatilidad que se observó hasta el primer semestre del 2017: “cada vez que se tratan medidas de impacto económico -como resolución de tarifas, ganancias, la reforma previsional y el paquete económico-, el humor en las expectativas se hace algo más errático, con una incertidumbre pesimista en el comportamiento del consumidor”, finalizó Ruiz Barrio.

 

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