En un clima francamente optimista, el Dow Jones industrial concluyó ganando 1,34%. Por su parte, el Standard&Poor’s 500 avanzaba 1,21%, Afectado por malos pronósticos sobre el sector microprocesadores, el Nasdaq compuesto sólo pudo subir 0,7%.
El mercado a término de Nueva York, mientras, cerraba el WTO en US$ 49,40. Esto representa 4% de baja respecto del miércoles y se aleja de los picos registrados en octubre.
La nota la dio el mercado cambiario global, donde el dólar acentuaba vulnerabilidades. En Tokio, sólo masivas compras dispuestas por el Bank of Japan (central) impidieron que la moneda norteamericana perforase un piso de ¥ 106. Pero, en el resto del espinel, se deshacían posiciones en dólares, pues inversores y operadores están seguros de que seguirán agravándose los déficit fiscal, comercial y de pagos estadounidenses.
Ya con las elecciones detrás, las bajas tasas de interés, el petróleo caro –pese al repliegue de esta semana- y nuevas dudas sobre el ritmo de reactivación incentivaban la venta de dólares. Las cosas se complicaron debido a rumores sobre la presunta “muerte cerebral” de Yasir Arafat, luego desmentidos desde París.
En esas condiciones, el euro llegó a un máximo de US$ 1,29 en Londres, casi en el pico del año (1,293, febrero) y cedió apenas en Nueva York (US$ 1,288). La divisa referencial sí quebró mínimos en Zürich: FS 1,184. Entretanto, la esterlina se empinaba a US$ 1,90, otra marca del año.
En un clima francamente optimista, el Dow Jones industrial concluyó ganando 1,34%. Por su parte, el Standard&Poor’s 500 avanzaba 1,21%, Afectado por malos pronósticos sobre el sector microprocesadores, el Nasdaq compuesto sólo pudo subir 0,7%.
El mercado a término de Nueva York, mientras, cerraba el WTO en US$ 49,40. Esto representa 4% de baja respecto del miércoles y se aleja de los picos registrados en octubre.
La nota la dio el mercado cambiario global, donde el dólar acentuaba vulnerabilidades. En Tokio, sólo masivas compras dispuestas por el Bank of Japan (central) impidieron que la moneda norteamericana perforase un piso de ¥ 106. Pero, en el resto del espinel, se deshacían posiciones en dólares, pues inversores y operadores están seguros de que seguirán agravándose los déficit fiscal, comercial y de pagos estadounidenses.
Ya con las elecciones detrás, las bajas tasas de interés, el petróleo caro –pese al repliegue de esta semana- y nuevas dudas sobre el ritmo de reactivación incentivaban la venta de dólares. Las cosas se complicaron debido a rumores sobre la presunta “muerte cerebral” de Yasir Arafat, luego desmentidos desde París.
En esas condiciones, el euro llegó a un máximo de US$ 1,29 en Londres, casi en el pico del año (1,293, febrero) y cedió apenas en Nueva York (US$ 1,288). La divisa referencial sí quebró mínimos en Zürich: FS 1,184. Entretanto, la esterlina se empinaba a US$ 1,90, otra marca del año.