Es un juego de lecturas contradictorias. Hasta el lunes, a la sazón, muchos analistas afirmaban que la serie de trimestrales castigados por bancos y firmas de valores marcaba el fin de dos crisis, la hipotecaria y la de liquidez financiera. Por ende, no harían falta nuevas rebajas en los tipos básico (hoy en 4,75% anual) y de redescuento (5,75%) y Wall Street subiría.
Minutas en mano, los gurúes volvieron a darse vuelta el martes y se lanzaron a anticipar –para dentro de unos días- otra rebaja de medio punto, con la cual las tasas citadas cederían a 4,25 y 5,25% anual. Fue una fiesta.
En verdad, las alzas distaban de lo espectacular y los volúmenes negociados eran bajos. No obstante, fue suficiente para añadir récords.
La plaza pasa por alto otros datos: este mismo mes, tres directores de la Reserva Federal sugirieron que quizá no fuera preciso volver a bajar los tipos referenciales. Así las cosas, retornaron los máximos oportunistas.
Ahora se trata de trimestrales buenos en Wal-Mart Stores (logró mejores números que sus rivales). Mientras tanto, Google y Apple empujaban el panel tecnológico. Además, los gurúes apuestan a que la Reserva Federal baje 0,25 el tipo básico, a 4,5% anual. No obstante, los cierres bursátiles vacilaban. El DJ subía 0,447% a 14.140,5 puntos, el S&P 500 rozaba 1.567,4 (+0,32%) y el Nasdaq compuesto cedía un poco, pero mantenía un récord de 2.811,2 puntos.
El panorama se complicaba en otros aspectos. A US$ 755 la onza troy, el oro se acercaba a los picos de 1981 (US$ 850, el 20 de enero). Al mismo tiempo, el euro recobraba terreno y rondada los US$ 1,422. En Brasil, el dólar se desmoronaba a R 1,788, nivel inédito en once años. Por su lado, el crudo se recobraba a US$ 80,35 (WTI) y 83.30 (Brent).
Es un juego de lecturas contradictorias. Hasta el lunes, a la sazón, muchos analistas afirmaban que la serie de trimestrales castigados por bancos y firmas de valores marcaba el fin de dos crisis, la hipotecaria y la de liquidez financiera. Por ende, no harían falta nuevas rebajas en los tipos básico (hoy en 4,75% anual) y de redescuento (5,75%) y Wall Street subiría.
Minutas en mano, los gurúes volvieron a darse vuelta el martes y se lanzaron a anticipar –para dentro de unos días- otra rebaja de medio punto, con la cual las tasas citadas cederían a 4,25 y 5,25% anual. Fue una fiesta.
En verdad, las alzas distaban de lo espectacular y los volúmenes negociados eran bajos. No obstante, fue suficiente para añadir récords.
La plaza pasa por alto otros datos: este mismo mes, tres directores de la Reserva Federal sugirieron que quizá no fuera preciso volver a bajar los tipos referenciales. Así las cosas, retornaron los máximos oportunistas.
Ahora se trata de trimestrales buenos en Wal-Mart Stores (logró mejores números que sus rivales). Mientras tanto, Google y Apple empujaban el panel tecnológico. Además, los gurúes apuestan a que la Reserva Federal baje 0,25 el tipo básico, a 4,5% anual. No obstante, los cierres bursátiles vacilaban. El DJ subía 0,447% a 14.140,5 puntos, el S&P 500 rozaba 1.567,4 (+0,32%) y el Nasdaq compuesto cedía un poco, pero mantenía un récord de 2.811,2 puntos.
El panorama se complicaba en otros aspectos. A US$ 755 la onza troy, el oro se acercaba a los picos de 1981 (US$ 850, el 20 de enero). Al mismo tiempo, el euro recobraba terreno y rondada los US$ 1,422. En Brasil, el dólar se desmoronaba a R 1,788, nivel inédito en once años. Por su lado, el crudo se recobraba a US$ 80,35 (WTI) y 83.30 (Brent).