Junto con las acciones del sector hidrocarburos –el mercado descuenta que Richard Cheney, real neurona del gobierno, no hará nada para promover combustibles alternativos-, treparon los papeles farmoquímicos. Éste es otro sector con llegada a la Casa Blanca, pese a los problemas afrontados por algunos líderes del negocio.
No obstante, el impulso bursátil aflojó bastante al cierre. Así, las alzas finales fueron 1,02% en el Dow Jones industrial (había rozado +1,7%), 1,1% en el Standard&Poor’s 500 (tocó +1,6%) y 0,88% en el Nasdaq compuesto (tras alcanzar + 1,8%). El dólar, por el contrario, se debilitó a ¥ 106,15 y el euro se recobró a US$ 1,282. También cedieron letras y bonos federales, por lo cual la tasa T-10 aumentó a 4,11% anual.
En cuanto a los crudos livianos de Tejas, volvieron a quedar sobre los cincuenta dólares. El cierre marcó US$ 50,90 el barril, un avance de 2,9%. Obviamente, los mercados petrolero y cambiario estiman que, ya sin posibilidades de otra reelección, en adelante Bush se centrar+a en los intereses que lo rodean. Por ende, el “doble déficit” (fiscal, externo) y los combustibles caros no lo preocuparán tanto.
Junto con las acciones del sector hidrocarburos –el mercado descuenta que Richard Cheney, real neurona del gobierno, no hará nada para promover combustibles alternativos-, treparon los papeles farmoquímicos. Éste es otro sector con llegada a la Casa Blanca, pese a los problemas afrontados por algunos líderes del negocio.
No obstante, el impulso bursátil aflojó bastante al cierre. Así, las alzas finales fueron 1,02% en el Dow Jones industrial (había rozado +1,7%), 1,1% en el Standard&Poor’s 500 (tocó +1,6%) y 0,88% en el Nasdaq compuesto (tras alcanzar + 1,8%). El dólar, por el contrario, se debilitó a ¥ 106,15 y el euro se recobró a US$ 1,282. También cedieron letras y bonos federales, por lo cual la tasa T-10 aumentó a 4,11% anual.
En cuanto a los crudos livianos de Tejas, volvieron a quedar sobre los cincuenta dólares. El cierre marcó US$ 50,90 el barril, un avance de 2,9%. Obviamente, los mercados petrolero y cambiario estiman que, ya sin posibilidades de otra reelección, en adelante Bush se centrar+a en los intereses que lo rodean. Por ende, el “doble déficit” (fiscal, externo) y los combustibles caros no lo preocuparán tanto.