<p>Según Mary Shapiro, jefa de la SEC, el “acceso en descubierto” –libre de contralores por parte de los propios intermediarios- expone a mercados y firmas bursátiles a riesgos excesivos. “Nos preocupa que haya errores en los ingresos y, de pronto, tornen vulnerables a comisionistas y otros partícipes en cuestión de minutos o segundos”. Así señalaba exponiendo ante legisladores. <br />
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Justamente, la comisión se había reunido con el objeto de iniciar una ronda de sesiones sobre nuevas normas. Están en la mira los accesos no supervisados o prácticas aun más peligrosas. Por ejemplo, dark pools (agujeros negros), aptos para tentar a especuladores profesionales.<br />
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Un estudio de Aite Group, experta en investigaciones sobre servicios financieros, estima que, a diciembre, los accesos promovidos en descubierto significaban casi la mitad de negocios accionarios en Estados Unidos. Su volumen representaba 38% del total.<br />
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El senador Edward Kaufman (demócrata, Delaware) y colegas suyos han estado mostrando inquietud por esas prácticas y su segmento más volátil. Vale decir, las transacciones de alta frecuencia (TAF, HFT en inglés), capaces de trastornar mercados vía operaciones no bien monitoreadas, como las de libre acceso.<br />
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En rigor, ese tipo de accesos implica arreglos por los cuales un intermediario permite a clientes operar directamente en la bolsa sólo con su numero identificatorio. Aparte de transacciones potencialmente erróneas, surgen riesgos de fraude o compraventa corta (carry trades) ilegales. El informe de Aite Group calcula en 125 microsegundos (millonésimas de segundo) los lapsos de TAF en este segmento.</p>
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Busca vedar la SEC el acceso libre a Wall Street
La Securities & Echange Commission (comisión federal de valores) votó en favor de prohibir una práctica muy común. Consiste en que los intermediarios permitan a los inversores ingreso no supervisado a la bolsa u otros sistemas operativos.