<p>Gente allegada a las negociaciones señala que la junta se tomó seis horas para resolver la separación de las unidades más sanas. Al mismo tiempo, se pondrá en venta o se liquidará una cartera, repleta de bonos soberanos en riesgo. <br />
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Según el esquema propuesto, se crearía un “mal banco” para administrar la cartera restante. Estimada en alrededor de € 100.000 millones, recibirá garantías estatales por parte de Francia y Bélgica. Esto acaba de ser confirmado en París.<br />
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Las restantes actividades, en particular las que financian a firmas y reparticiones francesas, probablemente se fusionen con estructuras más amplias. Por ejemplo, la Caisse des Dépôts et Consignations (CDC), un fondo inversor estatal.<br />
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Según un comunicado emitido el martes por el directorio, “se ha encomendado al director gerente, en consulta con autoridades y supervisores de ambos países, preparar medidas. Su objeto será resolver problemas estructurales que castigan las operaciones, abriendo perspectivas para sus históricas franquicias en Bélgica y Francia”. <br />
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Inmediatamente, ambos gobiernos (el belga está acéfalo desde hace casi un año) intervinieron para prevenir un pánico, no descartable dada la crisis de endeudamiento que afecta la Eurozona. El primer paso será, este miércoles, garantizar los préstamos de Dexia. <br />
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François Baroin y Didier Reynders, ministros de Hacienda respectivos, indicaron en una declaración conjunta que “trabajaban con ambos bancos centrales para proteger a depositantes y acreedores. Especialmente, para garantizar los créditos tomados”. Igual dijo Yves Leterme, primer ministro interino belga.<br />
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Si las conversaciones arriban a buen puerto, la cartera íntegra de Dexia será dividida y reestructurada. Será el segundo salvataje estatal obtenidos por la banca, en los dos casos con participación de Luxemburgo, el mayor off shore interno de la Unión Europea. El primero (por € 6.400 millones) se debió al colapso de Lehman Brothers, Bear Stearns y Merrill Lynch (2008).</p>
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Bruselas afronta el colapso del banco Dexia
Tras meses sin jefe de gobierno, el gabinete fantasma analiza cómo resolver la crisis de la entidad francobelga. Su directorio ha planteado a Bruselas y París dividir la firma, formada por Dexia Assett Management y DenizBank, banco minorista turco.
