<p>En efecto, los mercados especulan contra el euro y los bonos soberanos, salvo los alemanes. También castigan a las bolsas, con caídas de 2,82% (Londres), 3,35% (Francfort), 3,41% (París), Madrid (3,48%), Dow Jones 30 (2,11%) y San Pablo (2,75%).<br />
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Por otra parte, pesan una posible degradación de la deuda francesa y el fracaso de las negociaciones parlamentarias norteamericanas. Éstas se refieren al presupuesto federal 2013/14. Al fracasar el tratamiento vía “supercomité”, hay riesgo de recortes automáticos en materia de gastos sociales y defensa. Se trata de partidas por US$ 3,6 billones. Ya el 6 de agosto, la calificadora Standard & Poor’s le bajaba nota a Estados Unidos (de AAA a AA+). Hoy Moody’s amenaza con lo mismo. <br />
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Volviendo a la Eurozona, ni España ni Italia aportan soluciones. Aunque ellos y los países periféricos (Irlanda, Portugal) se esfuercen en consolidar sus balances públicos o despejar la pista de obstáculos, nada de eso alcanzará a atenuar la crisis de confianza. Seguirá faltando una respuesta unida por parte de instituciones como la Comisión Europea, el Eurogrupo, el Banco Central Europeo, etc.<br />
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En el campo político, la previsible victoria en España de un Mariano Rajoy aún sin propuestas concretas tampoco promueve aquella esquiva confianza. Tras la experiencia griega, operadores y especuladores no creen en nuevos intentos ortodoxos, programas de austeridad ni gestos por el estilo.<br />
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A horas de triunfar el partido Popular (conservador), los costos financieros de la cuarta economía eurozonal volvían a los altos niveles iniciales de la crisis. En otras palabras, los rindes de papeles soberanos a diez años trepaban en España, Italia, Portugal e Irlanda. Pero ahora también remontaban vuelo títulos tan bien calificados como los de Francia, Holanda, Finlandia y Austria.<br />
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En realidad, hay un hecho de fondo: la receta de la Unión Europea para resolver la crisis se ha centrado obsesivamente en recortes de gasto público, salarios y jubilaciones. Esta fórmula, de cuño germano, no ha logrado promover confianza. <br />
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Subrayando “un cambio ideológico casi copernicano, se reconoce que la austeridad, sola, no solucionará el dilema”. Así señalan Stuart Thompson (Ignis Asset Management), Peter Schaffrik (RBC Capital Markets) o Jonathan House (Wall Street Journal). <br />
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Bolsas europeas queman ya 195.000 millones
Hacen faltas medidas tan urgentes como específicas señalaba el primer ministro Mario Monti en una comunicación telefónica con Barack Obama. Por ahora, ambos y Angela Merkel no esperan mucho de los cambios políticos operados en España e Italia.