Por Paul DeNicola (*)
El mercado de valores de los EE.UU. ha tenido un gran éxito en 2017. El 17 de octubre, el Promedio Industrial Dow Jones superó los 23.000 puntos por primera vez en su historia. El Nasdaq y el S&P 500 también han registrado fuertes ganancias en este año. Utilidades que contribuyeron a un Mercado de Oferta Pública Inicial muy sólido en el segundo trimestre de 2017,–de hecho, el mejor trimestre en dos años.
Si bien el mercado disminuyó en términos de volumen y valor en el tercer trimestre, las operaciones en lo que va del año ya han superado a los de 2016, registrando 121 ofertas públicas iniciales por un total de US$131.000 millones.
Una de las principales ventajas de hacer una oferta pública en Estados Unidos es el acceso a la mayor fuente de capital del mundo: su mercado de valores. Y existen otras, que incluyen el acceso a la deuda estadounidense mediante la asignación de una calificación crediticia estadounidense, así como también una mayor exposición de la marca, los productos y los servicios de la empresa a los consumidores estadounidenses. Sin embargo, también existen desafíos para cotizar en la Bolsa. Las leyes de valores crean una complicada serie de requisitos legales. Algunos son menos estrictos, pero aun así el cumplimiento puede representar un desafío y ser costoso. También es importante entender el marco de gobierno corporativo y las expectativas de los mercados estadounidenses.
Es interesante poder contemplar la posibilidad de cotizar en Bolsa, pero hacerlo significa tomarse el tiempo para comprender acabadamente los beneficios y los desafíos que lo acompañan, incluidas todas las consideraciones legales y políticas.
(*) Director Ejecutivo del PwC US Governance Insights Center.
