Bajo un nombre tan pretencioso como inadecuado, “Bear Stearns companies” esconde unas de las firmas de valores más dadas a aventuras que suelen acabar para los inversores, no para sus ejecutivos. Ahora le toca al “Asset-backed securities fund” (ABSF), al cual le resta apenas 0,5% de los US$ 900 millones tomados en ese segmento.
Lógicamente, las acciones de Bear Stearns experimentaron el miércoles 1° su peor retroceso en casi tres meses (2,4%). Pero su exposición a moras y ceses de pagos hipotecarios alcanza el máximo en diez años. “Esto proseguirá agravándose”, advierte Advance Asset Management (una cartera de US$ 7.500 millones).
“No creemos que la crisis ceda por lo menos dos meses, pues ya no se trata de hipotecas de mala calidad, sino de un amplio efecto dominó en otras segmentos”. Eso opinan Nomura securities y dos firmas londinenses, a cuyo juicio el presuroso repunte accionario en Wall Street es “una maniobra de corto aliento”.
Bajo un nombre tan pretencioso como inadecuado, “Bear Stearns companies” esconde unas de las firmas de valores más dadas a aventuras que suelen acabar para los inversores, no para sus ejecutivos. Ahora le toca al “Asset-backed securities fund” (ABSF), al cual le resta apenas 0,5% de los US$ 900 millones tomados en ese segmento.
Lógicamente, las acciones de Bear Stearns experimentaron el miércoles 1° su peor retroceso en casi tres meses (2,4%). Pero su exposición a moras y ceses de pagos hipotecarios alcanza el máximo en diez años. “Esto proseguirá agravándose”, advierte Advance Asset Management (una cartera de US$ 7.500 millones).
“No creemos que la crisis ceda por lo menos dos meses, pues ya no se trata de hipotecas de mala calidad, sino de un amplio efecto dominó en otras segmentos”. Eso opinan Nomura securities y dos firmas londinenses, a cuyo juicio el presuroso repunte accionario en Wall Street es “una maniobra de corto aliento”.