No sólo eso. El presidente Jean-Claude Trichet (a quien un futuro gobierno socialista podrían reabrirle causas en que lo desprocesaron para que asumiera el cargo) dio a entender este fin de semana que puede haber ulteriores alzas. Como Benjamin Bernanke en la Reserva Federal, este adalid del monetarismo cree que la Eurozona crece con ímpetu y arriesga brotes inflacionarios.
Algunos moderados, como Romano Prodi –ex presidente de la Comisión europea y hoy tambaleante primer ministro italiano-, estiman que la expansión aún no es tanta como supone Trichet. En todo caso, empero, el aumento de la tasa tampoco frustrará la suave recuperación en marcha.
Por ahora, preocupa más la volatilidad del euro. La semana pasada llegó cerca de US$ 1,335 para amainar, poco (a 1,323) hacia el final. Sin embargo, en general los expertos atribuyen el fenómeno a la debilidad d l dólar. Tanto que, en Tokio, el Banco del Japón (central) arreció en sus obsesivas intervenciones para que la divisa no bajase de 115 yenes (Sydney y Singapur llegaron a cotizarla en 113).
No sólo eso. El presidente Jean-Claude Trichet (a quien un futuro gobierno socialista podrían reabrirle causas en que lo desprocesaron para que asumiera el cargo) dio a entender este fin de semana que puede haber ulteriores alzas. Como Benjamin Bernanke en la Reserva Federal, este adalid del monetarismo cree que la Eurozona crece con ímpetu y arriesga brotes inflacionarios.
Algunos moderados, como Romano Prodi –ex presidente de la Comisión europea y hoy tambaleante primer ministro italiano-, estiman que la expansión aún no es tanta como supone Trichet. En todo caso, empero, el aumento de la tasa tampoco frustrará la suave recuperación en marcha.
Por ahora, preocupa más la volatilidad del euro. La semana pasada llegó cerca de US$ 1,335 para amainar, poco (a 1,323) hacia el final. Sin embargo, en general los expertos atribuyen el fenómeno a la debilidad d l dólar. Tanto que, en Tokio, el Banco del Japón (central) arreció en sus obsesivas intervenciones para que la divisa no bajase de 115 yenes (Sydney y Singapur llegaron a cotizarla en 113).