El barril (159 litros) del tipo Brent del mar de Norte para entrega en enero se pagaba esta mañana 108,19 dólares, 2,86 dólares menos que el viernes, en tanto que el tipo estadounidense WTI bajó 1,39 dólares hasta los 93,45 dólares.
Este fin de semana las cinco potencias con poder de veto en el Consejo de Seguridad más Alemania llegaron a un acuerdo con Irán, recordó la agencia de noticias DPA.
A cambio de aliviar las sanciones económicas que pesan sobre el país, éste se compromete a limitar su enriquecimiento de uranio.
El acuerdo, que en principio tiene una vigencia de seis meses, ha sido muy criticado por algunos países árabes y por Israel, que lo considera peligroso.
El gobierno iraní informó que bancos de Estados Unidos liberaron los 8.000 millones de dólares que estaban congelados en cuentas iraníes en ese país desde hacía años, lo que representa el primer paso del acuerdo nuclear firmado este fin de semana entre Teherán y las potencias.
El vocero del gobierno iraní, Mohamad Baqer Nobajt, fue el encargado de anunciar que los activos ya están disponibles y de aclarar que, por el momento, la República Islámica no convertirá toda la suma en moneda local iraní, informó la agencia de noticias local ILNA, citada por la agencia EFE.
Nobajt también aprovechó para volver a celebrar el acuerdo alcanzado el sábado a la medianoche en Ginebra entre su gobierno y las principales potencias del mundo -Estados Unidos, Rusia, China, Francia, Reino Unido y Alemania- y que generó un apoyo contundente de la comunidad internacional, con la excepción de Israel.
Después de una década de tensión y escaladas diplomáticas, el acuerdo establece la suspensión del programa nuclear iraní durante los próximos seis meses a cambio de la reducción de las sanciones internacionales que actualmente pesan sobre el país persa y asfixian su economía.
El objetivo del acuerdo es garantizar que el programa nuclear de la República Islámica sólo podrá ser utilizado con fines civiles y no militares, como hace años que denuncian las potencias occidentales y su mayor aliado en Medio Oriente, Israel.
Según el texto redactado en Ginebra, Irán suspenderá el enriquecimiento de uranio superior al 5%, eliminará o usará para combustible las reservas existentes al 20%, no aumentará las reservas al 3,5% y se someterá a controles sin precedentes del Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA).
A cambio, las potencias más poderosas del mundo se comprometieron a no imponer nuevas sanciones sobre Irán y a permitir a Teherán repatriar parte del dinero procedente de las exportaciones de petróleo que tiene bloqueado en el extranjero. Esto último comenzó a cumplirse ayer.
El canciller francés, Laurent Fabius, adelantó en diálogo con el canal galo Europe 1 que los países miembros de la Unión Europea se reunirán en las próximas semanas para suavizar las sanciones que pesan sobre Irán, lo que podría concretarse en diciembre.
Fabius, quien representó la voz más dura contra Irán en las rondas de negociaciones en Ginebra, aclaró que la flexibilización de las sanciones se dará en “un marco limitado” y que se podrá dar marcha atrás si Teherán no cumple con su parte.
El acuerdo además establece que las potencias levantarán las sanciones sobre las exportaciones iraníes de productos petroquímicos, oro, metales preciosos y la industria automovilística, y sobre las importaciones de repuestos de aviones.
Pese a que el gobierno iraní celebró la flexibilización de estas sanciones comerciales y que el precio internacional del crudo cayó después del anuncio del acuerdo nuclear, la Agencia Internacional de Energía (AIE) advirtió hoy que Teherán difícilmente podrá reactivar a corto plazo su producción de petróleo a los niveles previos a las sanciones.
“Si ocurre algún alivio de las sanciones petroleras, es poco probable que Irán sea capaz de saltar de inmediato hasta los niveles previos a las sanciones”, explicó la directora ejecutiva de la AIE, María van der Hoeven, según la agencia de noticias Europa Press.
En cambio, el último punto que establece el acuerdo alcanzado en Ginebra sí se espera que produzca cambios inmediatos una vez que se concrete.
Se trata de la apertura de un “canal humanitario” para la entrada de alimentos, productos agrícolas, medicinas, equipos médicos y el pago de estudios de iraníes en el extranjero.