El viernes terminó la cumbre Londres-Milán. De ahí salió la aprobación del directorio milanés para integrar “piazza affari” con un mercado por demás dominante. Tras momentos de incertidumbre, cristalizó la “toma no hostil” londinense sobre Milán, cuyo valor se estima en alrededor de US$ 5.700 millones o € 4.300 millones.
Los británicos han hecho concesiones. Así, con 28% del futuro paquete, los italianos tendrán mayor poder de voto relativo: cinco directores sobre un total de doce (41,7%). Por ahora, el nuevo holding seguirá llamándose “grupo London stock exchange” (LSE). En la segunda fase, la sociedad cotizará tanto en Gran Bretaña como en Italia, pero su matriz tecnológica será londinense. La estructuración del acuerdo está en manos norteamericanas, las de Lehman Brothers.
Mientras el frente político interno no lo deja ni respirar, Tommaso Padoa-Schiopppa –conservador ministro de economía- definió la fusiòn como positiva. Igual actitud adoptó Mario Draghi, presidente del emisor, al cual cierta prensa apoda ”Bankitalia”.
Naturalmente, la presidencia ejecutiva de la futura entidad le cabrá a la autoritaria Clara Furse, actual CEO de la LSE. Como vice se desempeñará el actual jefe milanés, Massimo Capuano.
Uno de los problemas soslayados, nada menor, es que –merced al “espléndido aislamiemto” heredado del siglo XVIII- el piso londinense ni siquiera está en el área del euro. Vale decir, los trece socios de la Unión Europea (son veintisiete en total) que adhieren a la moneda única. Pero, para medios como el “Corriere della sera”, será algo natural: textos y titulares abundan en un pintoresco inglés macarrónico.
El esquema consiste en un holding, registrado en Gran Bretaña, que controlará simultáneamente ambas plazas. La operación involucra cuatro accionistas dominantes en la bolsa milanesa: los bancos Unicredito-Capitalia (20%), Intesa-SanPaolo (18,7%). Mediobanca (10,4%) y Popolare Verona (7,1%). Pasarán de sapos grandes en un pozo chico a sapos chicos en un pozo grande.
Desde la platea observa NYSE group (Wall Street), ya fusionado con Euronext, un sistema que reúne Parìs, Amsterdam, Bruselas y Lisboa. Dato clave; NYSE group tiene 30% de LSE group. En cuanto a Milán, su actual panel cuenta con 273 cotizantes. Naturalmente, falta el OK formal de la Commissione nazionale per società e borse (Consob) la reguladora del mercado italiano.
Cuando este esquema se complete, Madrid -una bolsa más chica- quedará apretada entre Londres-Milán, Euronext y Fráncfort. Todo esto mientras el emirato de Dubái trata de copar siete bolsas nórdicas centradas en Estocolmo.
El viernes terminó la cumbre Londres-Milán. De ahí salió la aprobación del directorio milanés para integrar “piazza affari” con un mercado por demás dominante. Tras momentos de incertidumbre, cristalizó la “toma no hostil” londinense sobre Milán, cuyo valor se estima en alrededor de US$ 5.700 millones o € 4.300 millones.
Los británicos han hecho concesiones. Así, con 28% del futuro paquete, los italianos tendrán mayor poder de voto relativo: cinco directores sobre un total de doce (41,7%). Por ahora, el nuevo holding seguirá llamándose “grupo London stock exchange” (LSE). En la segunda fase, la sociedad cotizará tanto en Gran Bretaña como en Italia, pero su matriz tecnológica será londinense. La estructuración del acuerdo está en manos norteamericanas, las de Lehman Brothers.
Mientras el frente político interno no lo deja ni respirar, Tommaso Padoa-Schiopppa –conservador ministro de economía- definió la fusiòn como positiva. Igual actitud adoptó Mario Draghi, presidente del emisor, al cual cierta prensa apoda ”Bankitalia”.
Naturalmente, la presidencia ejecutiva de la futura entidad le cabrá a la autoritaria Clara Furse, actual CEO de la LSE. Como vice se desempeñará el actual jefe milanés, Massimo Capuano.
Uno de los problemas soslayados, nada menor, es que –merced al “espléndido aislamiemto” heredado del siglo XVIII- el piso londinense ni siquiera está en el área del euro. Vale decir, los trece socios de la Unión Europea (son veintisiete en total) que adhieren a la moneda única. Pero, para medios como el “Corriere della sera”, será algo natural: textos y titulares abundan en un pintoresco inglés macarrónico.
El esquema consiste en un holding, registrado en Gran Bretaña, que controlará simultáneamente ambas plazas. La operación involucra cuatro accionistas dominantes en la bolsa milanesa: los bancos Unicredito-Capitalia (20%), Intesa-SanPaolo (18,7%). Mediobanca (10,4%) y Popolare Verona (7,1%). Pasarán de sapos grandes en un pozo chico a sapos chicos en un pozo grande.
Desde la platea observa NYSE group (Wall Street), ya fusionado con Euronext, un sistema que reúne Parìs, Amsterdam, Bruselas y Lisboa. Dato clave; NYSE group tiene 30% de LSE group. En cuanto a Milán, su actual panel cuenta con 273 cotizantes. Naturalmente, falta el OK formal de la Commissione nazionale per società e borse (Consob) la reguladora del mercado italiano.
Cuando este esquema se complete, Madrid -una bolsa más chica- quedará apretada entre Londres-Milán, Euronext y Fráncfort. Todo esto mientras el emirato de Dubái trata de copar siete bolsas nórdicas centradas en Estocolmo.