En tanto, la junta de BPI facultaba al director ejecutivo, Giorgio Olmo, para negociar con Rijkman Groenink (su equivalente en ABN Amro). En realidad, los holandeses siguen aferrados a su tesitura original, en cuanto a valor del paquete. Pese al deterioro de AntonVeneta y BPI (ex Lodi) en capitalización de mercado.
Técnicamente, aceptar la propuesta de ABN implica revocar la oferta pública accionaria de Fiorani y sus socios, pues la parte que controlan del paquete iría a los holandeses. Esa OPA ha sido objeto de acciones judiciales y un escándalo que está por acabar con Antonio Fazio, presidente de Banca d’Italia (central).
En otro frente, un accionista de BPI ha denunciado formalmente, ante el consejo de la entidad, una serie de operaciones atribuidas a Fiorani. La presentación objeta falta de controles internos sobre maniobras vía la filial suiza del banco, BPL Bank. También involucra transacciones oixi clara efectuadas a través de fondos radicados en Caimán.
En tanto, la junta de BPI facultaba al director ejecutivo, Giorgio Olmo, para negociar con Rijkman Groenink (su equivalente en ABN Amro). En realidad, los holandeses siguen aferrados a su tesitura original, en cuanto a valor del paquete. Pese al deterioro de AntonVeneta y BPI (ex Lodi) en capitalización de mercado.
Técnicamente, aceptar la propuesta de ABN implica revocar la oferta pública accionaria de Fiorani y sus socios, pues la parte que controlan del paquete iría a los holandeses. Esa OPA ha sido objeto de acciones judiciales y un escándalo que está por acabar con Antonio Fazio, presidente de Banca d’Italia (central).
En otro frente, un accionista de BPI ha denunciado formalmente, ante el consejo de la entidad, una serie de operaciones atribuidas a Fiorani. La presentación objeta falta de controles internos sobre maniobras vía la filial suiza del banco, BPL Bank. También involucra transacciones oixi clara efectuadas a través de fondos radicados en Caimán.