<p>El tema es el mismo desde que empezó esta fase de escándalos: la venta de títulos en apariencia sólidos, pero en realidad sujetos a tasas fijadas por subastas cada ocho o 35 días. Vale decir, los ya célebres y denostados “<em>auction-rated securities</em>” (ARS), que han golpeado a <em>Union des Banques Suisses</em> –cuya cúpula tambalea-, Citigroup y Merrill Lynch, forzados a restituir papeles por un total de US$ 63.900 millones nominales.</p>
<p>Según intimaciones libradas a JPMCh, Wachovia y MS, los arreglos deben seguir las normas aplicadas a ML, UBS y Citi. Días atrás, el trío aceptó pagar multas por US$ 350 millones, retomar títulos por US$ 27.000 millones a inversores individuales, fondos jubilatorios y entes benéficos, más US$ 36.900 millones a clientes institucionales.</p>
<p>Por otra parte, el equipo fiscal neoyorquino y su colega de Massachusetts tienen en la mira un tercer grupo de bancos y firmas de valores más chicos. Así lo confirmó David Markowicz, letrado principal de Cuomo. En este caso, UBS y Citigroup fueron los dos primeros acusados de haber engañado a los inversores. Les decían que los ARS eran tan seguros y líquidos como el efectivo (cuesta creer que tanta gente lo haya creído).</p>
<p>También cuesta admitir que casi nada se hubiese hecho –vía Securities & Exchange Commission, SEC- cuando ese segmento se vino abajo, a fin de febrero. En marzo, Massachusetts dio la señal de alarma: UBS les había mentido a los clientes. En ese momento, se desinfló una masa de US$ 350.000 millones, pero Henry Paulson (Hacienda) no abrió la boca. Hoy, los suizos y Citi deben recomprar bonos chatarra por US$ 38.900 millones nominales.</p>
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Andrew Cuomo presiona a otros dos bancos y una banca
El fiscal de Nueva York, que investiga maniobras con bonos chatarra, apunta ahora a JP Morgan Chase, Wachovia (tercero y cuarto en el país) y Morgan Stanley. Cuomo quiere arreglos rápidos, aunque JPMCh sea allegado al secretario de hacienda.