domingo, 24 de noviembre de 2024

Alerta autopartista por devaluación del real

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El abaratamiento de las autopartes brasileñas por la devaluación del real y por los incentivos que tienen las terminales para compras internas podría afectar a las firmas autopartistas argentinas.

Para las exportaciones de autos argentinos hacia Brasil, la depreciación del real no implica un riesgo mayor. Lo que determina las ventas de vehículos argentinos a Brasil es fundamentalmente la demanda de nuestros modelos en el país vecino, pero donde se encienden las alarmas es en el autopartismo, señala Gonzalo Dalmasso, economista coordinador de Análisis del Sector Automotor de abeceb.com.

 

Pero, ¿cómo impacta la devaluación del real en las exportaciones de autos a Brasil?

 

Por lo general, el tipo de cambio bilateral no tiene un impacto determinante en el flujo de comercio bilateral de vehículos.

 

La mayoría de las empresas automotrices tienen una estrategia de complementariedad en su oferta de modelos entre las filiales a uno y otro lado de la frontera. Es decir, cada empresa produce determinados modelos para el mercado regional en la Argentina (en general automóviles de gama media, pick-ups o utilitarios) y otros modelos en Brasil (predominantemente pequeños, de gama baja), y luego diversifican su mix de modelos en ambos países a través del comercio bilateral. Esta lógica no suele verse afectada por variaciones cambiarias de corto plazo, afirma Dalmasso en el informe semanal de abeceb.com.

 

Entonces, lo que determina las exportaciones de vehículos argentinos a Brasil es fundamentalmente la demanda de nuestros modelos en el país vecino.

 

El aumento de participación en el mercado que viene presentando la argentina en el mercado automotor brasileño en los últimos 12 meses no ha sido por una cuestión del tipo de cambio bilateral sino por las medidas proteccionistas que fue tomando Brasil respecto de extrazona, y de México en particular. De hecho, Brasil también ha tendido a ganar participación local en su mercado.

 

En este sentido, lo que quizás sea más relevante para monitorear de cerca es el impacto de la depreciación del real y de la suba de tasas de interés sobre un mercado brasileño que no logra acelerar su ritmo de ventas y que al cierre de agosto ya ingresará en terreno negativo en el acumulado del año. La depreciación del real generará en el corto plazo una mayor presión sobre los precios de los vehículos en Brasil (uno de los países con autos más caros del mundo), que ya han ido aumentando este año y que sufrirán desde enero próximo un nuevo aumento del IPI. Por otro lado, la suba de tasas de interés podría afectar el costo del crédito vehicular, cuyos nuevos desembolsos ya se viene contrayendo un 4% este año.

 

En los últimos dos años se venía observando una reducción de la participación de Brasil en las importaciones argentinas de autopartes. Es decir que la pérdida de competitividad de la economía brasileña (entre otras cuestiones) estaba generando una sustitución de orígenes hacia extrazona. Es probable que, de mantenerse un real más depreciado, Brasil pueda recuperar parte del terreno perdido.

 

El riesgo está en que esto pueda afectar a las empresas autopartistas locales, considerando además los fuertes incentivos que tienen las terminales localizadas en Brasil (donde en general se ubican también los headquarters regionales) a localizar proveedores en Brasil a partir del lanzamiento del Régimen Innovar Auto a principios de este año, que otorga beneficios impositivos a las compras de partes brasileñas.

 

Un nuevo panorama cambiario, sumado a los eventuales desvíos de inversiones como consecuencia del Innovar y la caída del esquema del flex podría afectar en alguna medida a la industria autopartista local.  

 

En este sentido, será fundamental articular a las autopartes argentinas dentro del Innovar.

 

 

 

 

 

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