<p>Por supuesto, nadie espera otra estafa por US$ 65.000 millones en Estados Unidos, aunque sí en Dubai. Este emirato sobreendeudado acaba de inaugurar el rascacielos más alto del mundo, una estructura tan desmedida como expuesta a atentados estilo al-Qa’eda.<br />
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Volviendo a la SEC, su presidente inició su gestión con un propósito: abortar en sus fuentes maniobras para engañar clientes e inversores, aprovechando su codicia. “Esta gente confía en que esta comisión defienda sus activos y lo haremos, aunque no siempre se lo merezca”.<br />
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Pero Schapiro es hoy curiosamente ambigua. Días atrás, desechó su plan original de inspecciones, expuesto hace meses en el congreso, y se plegó a la propuesta votada por los restantes cuatro miembros de la SEC. Vale decir, sólo 1.600 auditorias, 83% menos que el programa de Schapiro. <br />
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¿Qué había ocurrido? Simple: se impuso un poderoso cabildeo, encabezado por T.Rowe Price Group y Legg Mason, dos fuertes especuladores en el mercado monetario. En cuestión de semanas, lograron que los cuatro vocales de la comisión le torcieran el brazo a Schapiro. <br />
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Esta reducción de inspecciones se agrega a otros retrocesos de la SEC forzados por los “lobbies”. Ya en agosto, Schapiro prorrogaba plazos para limitar la acción de los “hacemercados” (vendedores cortos), un sector de fondos de cobertura, o sea especuladores con derivados. En octubre, la funcionaria dejó de lado un proyecto para aumentar facultades a inversores para nombrar o sacar miembros de directorios. En esa oportunidad, operó la Cámara de Comercio de EE.UU., poderoso lobby conservador.<br />
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Estas capitulaciones preocupan a muchos legisladores demócratas. Si bien Schapiro está en el cargo desde hace un año, su poca predisposición actual a cumplir con instrucciones de Barack Obama podría cortarle la carrera y poner la SEC en un cono de sombras. <br />
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Ahora nadie teme que la SEC evite estafas tipo Madoff
Mary Schapiro, jefa de la Securities & Exchange Commission (comisión federal de valores), asegura que quiere frustrar esquemas tipo Carlo Ponzi. Eso incluía 10.000 inspecciones relámpago sobre operadores de mercado monetario. Pero ya no ocurrirán.