domingo, 22 de diciembre de 2024

Ahora hay nuevos inversores por transición energética y seguridad

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Un estudio detalla que durante 2022 se observó un descenso en los volúmenes y valores promedio en las transacciones cerradas en el sector de energía, servicios públicos y recursos (EU&R).

La dificultad para acceder a las fuentes tradicionales de endeudamiento y el surgimiento de fuentes alternativas de financiación, han reducido la dependencia del endeudamiento bancario para financiar las transacciones de M&A, según el informe Global M&A Trends in Energy, Utilities and Resources: 2023 Outlook que elabora PwC.
“En 2023 la transición energética seguirá siendo una prioridad para los inversores. Tal es el caso de las empresas químicas que participan en proyectos de energías renovables, las petroleras que adquirieron compañías de electricidad, biocombustibles y revisaron sus portafolios de inversiones para cumplir con sus targets de reducción de emisiones; o las empresas automotrices que obtuvieron participaciones en compañías mineras o se aseguraron la compra directa de minerales esenciales. Esta convergencia continuará en crecimiento y aceleración, atrayendo nuevos inversores y sectores que se integrarán como parte de la estrategia de transición energética”, comenta Ezequiel Mirazón, socio de PwC líder de la práctica de Energía, Minería y Utilities.

M&A en cifras

Entre 2021 y 2022, los volúmenes y valores de las fusiones y adquisiciones en el sector cayeron un 17% y 37%, respectivamente, que venían de un año récord de transacciones en 2021. Esto cambió rápidamente a medida que aumentaron las tensiones macroeconómicas y geopolíticas, que desencadenó una crisis energética que generó una mayor incertidumbre entre los responsables de las operaciones.

Ante este escenario, las transacciones en 2022 volvieron a niveles previos a la pandemia en los sectores de productos químicos, petróleo y gas, energía y servicios públicos, mientras que, en el caso de la industria minera y metalúrgica, las operaciones se mantuvieron por debajo de los niveles previos a la pandemia, principalmente debido al menor volumen de operaciones en Asia-Pacífico y Europa y Medio Oriente (EMEA).

El estudio detalla que los objetivos de reducción de carbono seguirán impulsando la demanda de minerales críticos. Sin embargo, en respuesta a la creciente incertidumbre del mercado, es probable que los procesos sean largos y que el cierre de acuerdos lleve más tiempo. Los minerales para baterías, como el cobre y el litio, seguirán siendo muy codiciados, por lo que es posible que los industriales busquen adquirir mineras que extraen minerales críticos para sus operaciones o cierren acuerdos de compra directa con ellos.
“Las empresas del sector energético están en proceso de mejorar su impacto en la huella de carbono, comenzando una transición energética que les permita optimizar sus portafolios de proyectos, asegurando que sus negocios cumplan con criterios ambientales, sociales y de gobierno corporativo (ESG). Sin duda, esta nueva demanda global los llevará a invertir, tanto en sus operaciones como de manera inorgánica, para lograr resultados sostenibles a largo plazo para sus compañías, sus grupos de interés y sobre todo para la sociedad en general”, concluyó Juan Procaccini, socio de PwC Argentina a cargo de la práctica de Deals”.

 

 

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