<p>Como se temía en Francfort, París y Londres, España e Italia volvieron al centro de la escena en una tormenta financiera que las pone contra las cuerdas. No sólo a estas economías “medianas”, sino también a las periféricas.</p>
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<p>En la oportunidad, Fitch Ratings bajó a Madrid de AA+ a AA- y a Roma de AA- a A+. En el caso hispánico, la agencia señala que su deuda queda en el nivel más bajo entre los países cuya calificación es buena. Mientras tanto, Italia bajó un solo escalón, pero fue suficiente para ceder de buena a aceptable. Sin embargo, lo que desvela a los expertos es que la calificadora dejara en claro que las perspectivas para las dos economías son negativas.<br />
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Por supuesto, los anuncios se formularon tras los cierres bursátiles europeos para evitar corridas. Pero sí hubo tiempo para que Wall Street trocase un alza moderada en un descenso también leve. Pero nadie se animaba a pronosticar las aperturas siguientes.<br />
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En lo atinente a España, FT señaló que la rebaja obedece a dos factores básicos: la acentuación de la eurocrisis y los peligros representados por los déficit presupuestarios de las comunidades autónomas, que rozan las metas fijadas para todo 2011. A esas dificultades se suma la necesidad de captar en 2012 no menos de € 30.000 millones para financiar la reestructuración bancaria iniciada este año. Sin decirlo con todas la letras, la calificadora duda de que el gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero –o su sucesor- puedan alcanzar aquella cifra.<br />
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Junto con Goldman Sachs, Fitch Ratings teme que, en pocos meses, España vuelva a la recesión. No obstante, la agencia rescata algo positivo: el bajo nivel relativo de deuda, que tocará un pico de 72% del producto bruto interno en 2013. Esto es, 17% menos que el promedio de la Unión Europea (89%).<br />
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En lo tocante a Italia, FT explica la degradación subrayando el creciente rechazo de los mercados al alto nivel de deuda pública. Representa 120% del PBI este año, o sea más de € 1,9 billones. Como Moodys’s Investors y Standard & Poor’s, la tercera calificadora censura las demoras en sancionar reformas y medidas de ajuste para reducir el rojo fiscal. Pero esto refleja la sorda lucha entre el premier Silvio Berlusconi y su ministro económico, Giulio Tremonti. Naturalmente, el problema de fondo es la pertinacia del Cavaliere, que no quiere dejar el cargo.</p>
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Ahora, Fitch Ratings ataca a España e Italia
Poco después de cerrar una semana volátil con suaves rebotes alcistas en Europa occidental, Wall Street los licuó. Motivo: la menos seria de las calificadoras de riesgo degradó ambas deudas soberanas por débiles perspectivas de crecimiento real.