La agencia ha dicho hoy que si llegara a producirse la independencia de Cataluña, el nuevo Estado tendría cerrado el acceso a la financiación exterior y la posibilidad de financiarse en los mercados mayoristas. Al menois hasta que se disipe la incertidumbre.
Esas dificultades se podrían trasladar a otros emisores de deuda, como los bancos y las aseguradoras.
Agregó también que el proceso de independencia podría ser muy perjudicial , con riesgos operativos para la gestión y consecuencias financieras. Una hipotética independencia catalana podría generar turbulencias en otras partes de España y también en otros países de la Unión Europea.
Siempre especulando sobre una posible separación de la región catalana, dice Moody’s, España seguiría teniendo una solvencia crediticia “significativa” y probablemente no caería en el bono basura, informa El Confidencial. O sea que bajaría el rating de España pero conservaría el grado de inversión.
La agencia finaliza recordando que la propia Cataluña necesita refinanciar su posición de liquidez , que ya se ha debilitado notablemente en los últimos años.