Más de 20 instituciones financieras de todo el mundo están exigiendo al gobierno de Brasil que controle la creciente deforestación en la selva del Amazonas, algo que crea gran incertidumbre sobre las condiciones de invertir en el país.
Ese llamamiento, hecho mediante una carta el gobierno brasileño, revela que la creciente preocupación entre los inversores puede motivar que retiren sus capitales de la economía más grande de América del Sur.
La carta fue firmada por 29 instituciones financieras. “En nuestro carácter de instituciones financieras que tienen la obligación fiduciaria de velar por los intereses de nuestros beneficiarios, reconocemos el rol fundamental que tienen las selvas tropicales para combatir el cambio climático, proteger la biodiversidad y los ecosistemas”.
“Al advertir el aumento de la deforestación en Brasil, nos preocupan los riesgos a que puedan sufrir las compañías en sus operaciones brasileñas y las cadenas de suministro , que podrían tener crecientes dificultades para acceder a los mercados internacionales. Los bonos soberanos de Brasil también serán calificados de alto riesgo si continúa la deforestación”.
La deforestación en la selva del Amazonas aumentó considerablemente desde la elección que llevó a la presidencia a Jair Bolsonaro.