El detonador “técnico” fue una caída imprevista en las existencias norteamericanas de refinados, que provocó un salto en los precios de petróleo para calefacción. Según la oficina federal de información sobre energía y combustibles, en efecto, la semana pasada las reservas disponibles de refinado cedieron 2.500.000 barriles y ahora alcanzan a sólo 120,9 millones. Fue la cuarta declinación seguida.
Mientras tanto, al aumento de precios petroleros reavivó el déficit de comercio exterior. Cuando los crudos estaban aún lejos de US$ 50, en agosto (pero las importaciones costaban como nunca en 23 años), ese factor se combinó con un récord de compras a China.
De esta manera, el rojo de ese mes sumó US$ 54.000 millones, casi 7% más que en julio y muy cerca del máximo nominal absoluto: US$ 55.000 millones, en junio. Poquísimos analistas y ningún gurú habían previsto ese salto. En todos lo casos, son estadísticas definitivas del departamento federal de Comercio.
Políticamente, crecen los riesgos para George W.Bush. Las cifras anteriores, más la inesperada alza de subsidio por desempleo -la semana anterior- ponen en tela de juicio la irregular reactivación económica. También comprometen la fortaleza del dólar. De ahí que el euro volviese a US$ 1,24%. En ese clima, prosigue el retroceso de los paneles bursátiles, que cedieron de 0,8% (S&P 500, Nasdaq compuesto) a 0,92% (Dos Jones industrial).
El detonador “técnico” fue una caída imprevista en las existencias norteamericanas de refinados, que provocó un salto en los precios de petróleo para calefacción. Según la oficina federal de información sobre energía y combustibles, en efecto, la semana pasada las reservas disponibles de refinado cedieron 2.500.000 barriles y ahora alcanzan a sólo 120,9 millones. Fue la cuarta declinación seguida.
Mientras tanto, al aumento de precios petroleros reavivó el déficit de comercio exterior. Cuando los crudos estaban aún lejos de US$ 50, en agosto (pero las importaciones costaban como nunca en 23 años), ese factor se combinó con un récord de compras a China.
De esta manera, el rojo de ese mes sumó US$ 54.000 millones, casi 7% más que en julio y muy cerca del máximo nominal absoluto: US$ 55.000 millones, en junio. Poquísimos analistas y ningún gurú habían previsto ese salto. En todos lo casos, son estadísticas definitivas del departamento federal de Comercio.
Políticamente, crecen los riesgos para George W.Bush. Las cifras anteriores, más la inesperada alza de subsidio por desempleo -la semana anterior- ponen en tela de juicio la irregular reactivación económica. También comprometen la fortaleza del dólar. De ahí que el euro volviese a US$ 1,24%. En ese clima, prosigue el retroceso de los paneles bursátiles, que cedieron de 0,8% (S&P 500, Nasdaq compuesto) a 0,92% (Dos Jones industrial).