El evento, organizado por TKR The Key Results Company y la agencia global Partner Press, contó con la exposición de Pablo Croci, CEO de TKR, quien lleva más de 20 años acompañando a organizaciones en la transformación de sus marcas y resultados mediante esta herramienta.
En un contexto de mercado globalizado y en constante cambio, la capacidad de definir y alcanzar objetivos ambiciosos se vuelve esencial para el crecimiento sostenido. La metodología OKR, adoptada por empresas líderes como Google, Netflix, Spotify y LinkedIn, se presenta como una brújula estratégica que no solo facilita la medición del progreso, sino que también transforma la cultura organizacional, impulsándola a desafiar sus límites y escalar nuevas “montañas”.
Croci explicó que los OKRs permiten “identificar lo que realmente importa para los próximos períodos, promoviendo un compromiso claro y evitando la dispersión de esfuerzos”. En este sentido, destacó la importancia de la simplicidad: “menos es más”, recomendando comenzar con un único objetivo y no más de cuatro o cinco resultados clave.
Uno de los aspectos centrales de esta metodología es su carácter público y transparente dentro de la organización, lo que fomenta la colaboración y evita esfuerzos redundantes. “Al conocer los objetivos de otros equipos, se construye una ‘orquesta’ en la que cada instrumento contribuye armoniosamente”, ilustró Croci.
Además, los OKRs se basan en la medición constante y el aprendizaje continuo. “Todo es medible y observable”, afirmó el CEO de TKR, señalando que es común “fallar los primeros tres trimestres” y que esos errores se convierten en aprendizajes fundamentales para mejorar la capacidad de estimar y proyectar escenarios futuros. En este punto, diferenció un Key Result de un KPI tradicional: mientras que el KPI mide el éxito o calidad de procesos existentes, el Key Result se enfoca en el grado de desafío y en llevar a la organización a un nuevo nivel.
La metodología también promueve la valentía y el desafío. Los Key Results deben ser ambiciosos pero alcanzables, siguiendo la “regla del 50%”, que implica sentir un 50% de confianza y 50% de incertidumbre al definirlos para asegurar un verdadero “estiramiento”. Croci subrayó que “una empresa con OKRs bien definidos es una empresa que se atreve a ir a un nuevo nivel. No se trata solo de medir, sino de tener la valentía de pensar en grande, alinear a todo el equipo hacia ese sueño y aprender constantemente en el camino”. Añadió que “los OKRs transforman la cultura organizacional para que sea más ágil, colaborativa e innovadora, permitiendo que la empresa crezca y escale de forma significativa”.
La implementación de OKRs implica un cambio cultural que requiere inversión de tiempo y un proceso continuo de configuración, seguimiento semanal, revisión a mitad de trimestre y cierre trimestral. En los últimos años, TKR ha impactado a más de 1000 empresas mediante workshops, consultorías y mentorías personalizadas, consolidándose como un actor clave en la expansión de esta metodología en la región.
Este enfoque, que nació en Intel en los años 70 y 80 de la mano de Andy Grove y fue popularizado por John Doerr, ha demostrado ser un motor de crecimiento exponencial para compañías como Google, que atribuye a los OKRs su multiplicación por diez en resultados. Hoy, esta metodología se posiciona como una herramienta fundamental para organizaciones que buscan no solo medir su éxito, sino construir un futuro audaz y transformador.












