Introducción
La primera semana de noviembre dejó algo en claro: después de meses de euforia, el mercado volvió a acordarse del riesgo.
El foco de atención estuvo en tres cuestiones: 1) el desinfle parcial del trade de inteligencia artificial, 2) un deterioro muy visible del ánimo del consumidor estadounidense, y 3) la prolongación del cierre del gobierno federal, que ya roza las seis semanas y mantiene en suspenso la elaboración y publicación de buena parte de las estadísticas oficiales acerca de economía y empleo.
En ese contexto, los tres principales índices bursátiles de referencia registraron bajas, en algún caso (Nasdaq) más que significativa.
El mensaje implícito es doble: por un lado, el mercado empieza a cuestionar la sostenibilidad del ciclo de gasto en IA y el nivel de las valoraciones en las grandes tecnológicas; por otro, los datos de empleo privados y la fuerte caída de la confianza del consumidor refuerzan la idea de una economía que pierde tracción.
Con este telón de fondo, veamos cómo se ordenaron los movimientos de la semana en índices, empresas, datos macro, commodities y criptomonedas, y qué podría significar todo esto para el inversor promedio.
Los índices
El cierre del viernes dejó una foto mucho menos dramática que la sensación de la semana, pero la corrección fue real:
- S&P 500: cerró el viernes en 6.728,80 puntos, con un descenso acumulado en la semana del 1,63 %
- Nasdaq Composite: terminó en 23.004,54 puntos, con una caída semanal del 3,04 %, lo que representa su peor semana desde abril, arrastrado por el desarme en valores ligados a la IA.
- Dow Jones Industrial Average: cerró en 46.987,10 puntos, prácticamente plano en la sesión del viernes, con un descenso del 1,21 % en la semana.
- Russell 2000 (small caps): subió un 0,6 % el viernes hasta 2.432,82 puntos, cerrando la semana con un alza del 1,88%, mostrando un comportamiento claramente más resistente que el Nasdaq, sugiriendo cierto giro hacia valores domésticos y menos expuestos a la narrativa de la IA.
La volatilidad repuntó, con el índice VIX situándose cerca de 19 puntos, por encima de los niveles de la semana anterior, pero todavía lejos de una auténtica fase de pánico.
En paralelo, el movimiento en renta fija reflejó un giro defensivo:
- Los rendimientos de los bonos del Tesoro de Estados Unidos a diez años se situaron en torno al 4,11 % el 7 de noviembre.
- Los bonos a dos años terminaron alrededor del 3,55 %, manteniendo una curva con pendiente positiva pero moderada.
Es decir, la semana combinó caída de las tecnológicas de mayor capitalización, presión bajista en los índices generales y una búsqueda moderada de refugio en bonos, más coherente con una fase de ajuste que con el inicio de un mercado bajista.
Las empresas
La historia de la semana se escribió, sobre todo, en el universo de la IA y las megacaps tecnológicas.
Según varios análisis, las compañías vinculadas a la inteligencia artificial perdieron cerca de un billón de dólares de capitalización conjunta, en lo que se describe como la peor semana para el sector desde abril. Nvidia, Meta, Palantir y Oracle concentraron buena parte del ajuste, con descensos que en algunos casos alcanzaron el 10–14 % en pocos días.
La narrativa dominante fue que el mercado empieza a poner en duda el retorno sobre el gigantesco gasto de capital en IA: solo en el tercer trimestre, gigantes como Alphabet, Amazon, Meta y otras firmas tecnológicas reportaron más de 112.000 millones de dólares en inversiones de este tenor, buena parte destinadas a centros de datos y chips de IA, a menudo financiados con deuda.
Algunos nombres destacados:
- Nvidia (NVDA): tras haber llegado en julio a superar los 4 billones de dólares de capitalización, esta semana volvió a ser el símbolo del nerviosismo: la acción cayó en torno a un 9–10 % en pocos días, aportando ella sola más de 300.000 millones de dólares de pérdida de valor de mercado dentro del bloque de IA.
- Palantir (PLTR): presentó resultados sólidos, pero el mercado castigó la valoración, sumado al eco mediático que produjo la noticia de que Michael Burry (el legendario y visionario ganador de la fuerte apuesta contra el mercado de hipotecas en el 2008) había destinado enormes sumas de dinero a posicionarse en corto contra esta empresa (y también Nvidia). La cotización de las acciones de PLTR cayó un 14% en la semana.
- Oracle (ORCL) y AMD (AMD): también sufrieron correcciones entre el 7-10 %, en un movimiento más de “salida de tema caliente” que de noticias negativas específicas.
Por último, no hay que olvidar de mencionar a Tesla (TSLA): la semana estuvo marcada por la aprobación por parte de los accionistas de un paquete de compensación para Elon Musk potencialmente valorado en un billón de dólares (USD $ 1tr), sujeto al progresivo cumplimiento de ambiciosas metas, lo que reaviva el debate sobre gobierno corporativo y riesgo idiosincrático en el valor. La acción cayó en torno al 3–4 % el viernes, en un entorno ya de por sí hostil para los valores más volátiles.
Datos económicos de la semana
El sector macro registró un hecho inusual: la ausencia de la cifra oficial de empleo estadounidense, debido al prolongado cierre del gobierno federal, que impidió la publicación del clásico informe de “Employment Situation” del Departamento de Trabajo.
En su lugar, el mercado se apoyó en varias fuentes privadas:
- La firma Revelio Labs habló de una pérdida neta de 9.100 empleos no agrícolas en octubre,
- La consultora Challenger, Gray & Christmas reportó 153.074 despidos, un aumento del 183 % respecto a septiembre, y el mayor acumulado de recortes desde 2020.
En paralelo, el índice de confianza del consumidor de la Universidad de Michigan cayó hasta 50,3 puntos, el nivel más bajo en más de tres años, presionado por la persistencia de la inflación y el impacto psicológico del cierre del gobierno, que ya supera los 38 días. Esto se refleja en el consumo minorista: Wendy´s anunció el cierre de cientos de sus locales, sumado a las sombrías proyecciones presentadas anteriormente por Chipotle.
En el frente de la política monetaria, la semana transcurrió sin reunión de la Reserva Federal, pero aún bajo el eco del reciente recorte de 0,25% en la tasa de rendimiento de los bonos del Tesoro que se produjo a finales del mes pasado. Varios informes señalan que, tras la rueda de prensa de la Fed, el mercado redujo las expectativas de recortes adicionales de cara a 2026, aunque la combinación de confianza en mínimos y mercado laboral debilitado podría volver a inclinar la balanza hacia una postura más acomodaticia si la desaceleración se consolida.
En resumen, la semana dejó una sensación clara: la economía sigue creciendo, pero cada vez hay más señales de fatiga, y el cierre del gobierno añade una capa adicional de incertidumbre al privar a los inversores de datos oficiales clave.
Panorama internacional
Los temblores no se limitaron a Wall Street. La corrección en tecnología y la incertidumbre sobre la economía estadounidense se trasladaron a otros mercados:
- En Europa, el Ibex 35 cayó un 1,34 %, el DAX alemán un 0,9 % y el Euro Stoxx 50 alrededor de un 0,8 %, con especial castigo en compañías ligadas a crecimiento y tecnología.
- En Asia, tanto el Nikkei japonés como el Kospi surcoreano retrocedieron del orden del 5 % y 4,9 % respectivamente, en lo que Reuters describe como el peor tramo semanal para los mercados tecnológicos globales en siete meses.
La tensión en torno al gasto en IA también tiene una dimensión geopolítica: más del 50 % de las veinte mayores compañías del S&P 500 están profundamente expuestas a la IA.
Commodities y criptomonedas
Oro y materias primas
El oro continúa siendo protagonista. Tras marcar máximos históricos en octubre por encima de los 4.300 dólares la onza, esta semana se mantuvo cerca de los 4.000 dólares, con el contrato de futuros más negociado rondando los 4.007–4.010 dólares al cierre del viernes.
La narrativa está clara: un dólar algo más débil (el índice DXY se movió alrededor de 99,5 puntos) se combina con incertidumbre política e inquietud por la sostenibilidad fiscal de Estados Unidos, un combo que convierte al metal precioso en el refugio preferido del año, con subidas que superan el 50 % en lo que va de 2025.
En energía, el Brent cerró el viernes alrededor de 63,6 dólares por barril y el WTI en torno a 59,7 dólares. Ambos acabaron la semana con una pérdida cercana al 2 % (y de 13,86 % para el Brent en lo que va del año) presionados por señales de exceso de oferta y un aumento mayor de lo previsto en los inventarios de crudo en Estados Unidos.
En commodities agrícolas, los informes internacionales señalan descensos en los precios de la soja por retrasos en las compras chinas, otro síntoma de una demanda global que ya no sorprende al alza.
Criptomonedas
En el universo cripto, la semana fue de corrección significativa, muy alineada con la toma de beneficios en tecnología:
- Bitcoin (BTC): esta semana llegó a perforar brevemente el nivel de 000 dólares, antes de rebotar, para cerrar el viernes en torno a 101.300 dólares. Pese a su caída de aproximadamente un 20 % con respecto a su pico máximo histórico en octubre, informes de bancos como JPMorgan sostienen que, tras la fuerte limpieza de posiciones apalancadas en octubre, Bitcoin podría presentar un potencial alcista relevante frente al oro en términos ajustados por volatilidad, siempre dentro de un perfil de riesgo muy elevado.
- Ethereum (ETH): comenzó la semana alrededor de 300 dólares y cerró el viernes con poca variación. Algunos informes técnicos apuntan a que ETH podría estar intentando formar un piso tras tocar niveles próximos a los 3.050 dólares, con la posibilidad de un rebote si mejora el apetito por riesgo.
En conjunto, la fotografía de la semana en cripto es la de un activo claramente de riesgo, altamente correlacionado con el segmento de IA y tecnología de crecimiento, pero que, tras la purga de apalancamiento, vuelve a atraer narrativas de “oportunidad de entrada” por parte de algunas casas de análisis.
Empresas y activos a seguir
A continuación, una selección de empresas y activos que merece la pena seguir de cerca tras lo sucedido esta semana, como mapa de temas relevantes para el inversor promedio.
| Activo / Ticker | Qué pasó esta semana | Por qué seguirlo |
| Nvidia (NVDA) | Fuerte corrección, contribuyendo de forma desproporcionada a la caída del Nasdaq y concentrando buena parte del ajuste de
valoración en IA. |
Es el principal “proxy” de la narrativa de IA y de la inversión masiva en centros de datos. Cualquier estabilización o rebote en el sector probablemente pasará por aquí. |
| Meta (META) | Retrocesos relevantes en el contexto de ventas generalizadas de tecnológicas, en un momento en el que la compañía está recortando plantilla en su unidad de IA tras meses de fuerte inversión. | Expuesta tanto al ciclo publicitario como al ciclo de gasto en IA. Es un termómetro doble de economía real y de expectativas tecnológicas. |
| Palantir (PLTR) | A pesar de resultados sólidos, el mercado castigó su valoración con caídas alrededor del 14 % y elevada volatilidad, amplificada por posiciones cortas muy visibles mediáticamente | Caso de estudio sobre lo que puede ocurrir cuando las expectativas se adelantan demasiado a los beneficios. Interesante para evaluar la fase de maduración del “tema IA”. |
| Oracle (ORCL) | Descenso marcado en la semana, a pesar de su exposición más diversificada a software corporativo y servicios en la nube, arrastrada por el sentimiento negativo sobre infraestructura de IA. | Históricamente percibida como defensiva dentro de tecnología; su comportamiento relativo puede indicar si la rotación fuera de IA se extiende o se concentra en los nombres más especulativos. |
| Tesla (TSLA) | Cayó el viernes, tras la aprobación de un paquete de compensación para Musk potencialmente valorado en un billón de dólares; el valor sigue muy ligado al humor del mercado y a titulares de gobernanza. | Es un híbrido entre automotriz, tecnológica y “story stock”. Su volatilidad puede amplificar fases de “risk-on” y “risk-off”, y su sensibilidad a tipos y a consumo es elevada. |
| Oro (futuros) | Se mantiene cerca de los 4.000 dólares la onza, a solo un paso de los máximos históricos marcados en octubre, en un entorno de dólar más débil y rendimientos reales contenidos. | Activo refugio por excelencia en 2025. Es relevante tanto para estrategias de cobertura de cartera como para evaluar el grado de preocupación del mercado por inflación, deuda y riesgos políticos. |
| Corrige en la semana, aún un 20 % por debajo de los máximos históricos de octubre. | Permanece como barómetro del apetito por riesgo extremo y de la salud del ecosistema cripto institucionalizado (ETFs, reservas corporativas, etc.). | |
Conclusión
La semana del 3 al 7 de noviembre puede caracterizarse como “un ajuste incómodo, pero sano”. Después de meses en los que la inteligencia artificial parecía justificar casi cualquier múltiplo, el mercado ha empezado a hacerse preguntas más incómodas: ¿son sostenibles los niveles de gasto en capex? ¿Hasta qué punto se ha adelantado la cotización a los beneficios futuros?
Al mismo tiempo, la combinación de confianza del consumidor en mínimos de tres años, cierre del gobierno y señales de enfriamiento laboral sugiere que la economía estadounidense entra en una fase más delicada, en la que el margen de error tanto para la Reserva Federal como para las empresas se estrecha.
Para el inversor promedio, el mensaje práctico de la semana podría sintetizarse en tres ideas:
- Revisar la concentración en megacaps de IA: no se trata de abandonar el tema, sino de asegurarse de que la cartera no depende en exceso de un puñado de nombres cuya volatilidad puede ser muy superior a la del índice.
- Valorar activos de equilibrio como oro, algunos sectores defensivos y compañías financieras con múltiplos razonables, que podrían aportar estabilidad relativa si continúa la rotación desde tecnología de crecimiento.
- Mantener un horizonte de inversión coherente con el propio perfil de riesgo: las correcciones del 5–10 % en activos que han subido 60–70 % en el año son incómodas, pero no necesariamente estructurales. La clave es distinguir entre ruido táctico y cambios de régimen más profundos.
En resumen, no fue una semana para titulares eufóricos, pero sí para poner en contexto el rally del año, revisar la calidad de las posiciones y recordar que, incluso en la era de la IA y las criptomonedas en valores de seis cifras, las reglas básicas de diversificación y disciplina siguen plenamente vigentes.












