Volkswagen vive nuevos cimbronazos de un complejo escándalo

Estallado en julio –ver este sitio, días 12 y 15-, muy pocos medios se ocuparon, fuera de la Unión Europea. Ahora, el “Wall Street Journal” de pronto lo descubre, quizá porque tambalea la cúpula de la empresa.

18 noviembre, 2005

La historia, empero, no empieza este año. A principios de 1996, la quinta automotriz del mundo envió a sus principales delegados sindicales a recorrer instalaciones en Brasil –curiosamente, no en Argentina ni Méjico- y pasarla bien. Demasiado bien, como se sabría después: hoteles cinco estrellas, fiestas rumbosas, estimulantes, prostitutas y prostitutos.

Klaus Joachim Gebauer, un simple gerente de personal, se hizo cargo de los “gastos complementarios”, obtuvo recibos –auténticos unos, la mayoría falsos- y hasta consiguió que la empresa le reembolsase casi todo. Pero esa excursión fue apenas la primera de un plan turístico que Gebauer mismo llamaba “lustreisen” (viajes de placer).

Ya por entonces, la firma precisaba aceitar bien las relaciones con los capitostes gremiales, para luego iniciar un plan de despidos y reducción de empleo para capear crecientes problemas financieros e industriales. Estas cosas también suelen ocurrir en Detroit. Pero lo de VW sentaría precedentes, pues fueron casi nueve años de francachelas para sindicalistas amigos. Por fin, al explotar la bomba quedó en claro que la mayor automotriz europea había malversado fondos propios para pagar una forma poco recatada de corrupción gremial.

Hasta junio, los ejecutivos superiores le echaban todo el fardo a Gebauer, que fue despedido. Pero el hombre destapó la olla ante varios medios alemanes, checos, austríacos y suizos. En este momento, los fiscales federales y de Baja Sajonia lo investigan “sólo” por pedir sobornos a terceros (como se confirmó hace cuatro semanas). Entretanto, las públicas acusaciones de Gebauer van adquiriendo crédito dentro y fuera de VW.

En verdad, la justicia había abierto, también en junio, dos causas –donde Gebauer es testigo de cargo- por presunto desfalco y fraude contable en la compañía, Al trascender esto, estalló el “megaescándalo” que continúa sobre el tapete. La lista de sospechosos suma ya diez, entre ellos un legislador federal. “Tras estudiar las denuncias del testigo, se han descubierto pruebas de delitos penales”, revelò días atrás Klaus Ziehe, vocero de la procuración sajona.

El lado político del lío salpica al ex canciller socialdemócrata Gerhard Schröder y su eventual sucesora democristiana, Angela Merkel (cuyo nombramiento aún no se confirma). En efecto, el presunto cerebro de los “lustreise” es Peter Hartz, quien ha dimitido como director de personal porque la justicia lo investiga.

Hartz es autor de un plan federal de reformas laborales. Esencialmente, permitirá eliminar puestos, reducir jubilaciones y prestaciones sociales. Esta propuesta le costó el cargo a Schröder, pues le hizo perder los comicios en un estado clave para el PSD, Westfalia-Renania norte. Hartz tanbién está detrás de reformas aún más duras, incluidas en el programa que los democristianos proponen a la “grosse koalition”. El escándalo puede trabar la aprobación de esas medidas o modificarlas: los legisladores que las votasen como están serían sospechados de recibir prebendas del sector privado.

En medio de todo eso, Volkswagen ha contratado al estudio contable alemán KPMG, entre los mayores del mundo, para auditar los gastos irregulares hechos desde 1996. Así informó Bernd Pischetsrieder, presidente ejecutivo y muy allegado a Hartz. Por de pronto, hace una semana la compañía admitió haber entregado € 635.000 a un conocido dirigente gremial, Klaus Volkert, por “servicios no éticos”. Pero la caja que manejaba Gebauer –con autorización de Hartz- pasaba de € 940.000.

Por otra parte, empiezan a aparecer evidencias de “turismo feliz” en Praga, Budapest, Lisboa, Venecia, Viena, etc. Pero el papel de Volkert va más allá de esas vanidades: durante diez años ha representado a IG Metall (la poderosa UOM germana) y ha sido instrumento fiel –pero caro- del propio Hartz. Para colmo, el sindicalista es legislador de Baja Sajonia y ese estado controla 18,2% del paquete VW.

La historia, empero, no empieza este año. A principios de 1996, la quinta automotriz del mundo envió a sus principales delegados sindicales a recorrer instalaciones en Brasil –curiosamente, no en Argentina ni Méjico- y pasarla bien. Demasiado bien, como se sabría después: hoteles cinco estrellas, fiestas rumbosas, estimulantes, prostitutas y prostitutos.

Klaus Joachim Gebauer, un simple gerente de personal, se hizo cargo de los “gastos complementarios”, obtuvo recibos –auténticos unos, la mayoría falsos- y hasta consiguió que la empresa le reembolsase casi todo. Pero esa excursión fue apenas la primera de un plan turístico que Gebauer mismo llamaba “lustreisen” (viajes de placer).

Ya por entonces, la firma precisaba aceitar bien las relaciones con los capitostes gremiales, para luego iniciar un plan de despidos y reducción de empleo para capear crecientes problemas financieros e industriales. Estas cosas también suelen ocurrir en Detroit. Pero lo de VW sentaría precedentes, pues fueron casi nueve años de francachelas para sindicalistas amigos. Por fin, al explotar la bomba quedó en claro que la mayor automotriz europea había malversado fondos propios para pagar una forma poco recatada de corrupción gremial.

Hasta junio, los ejecutivos superiores le echaban todo el fardo a Gebauer, que fue despedido. Pero el hombre destapó la olla ante varios medios alemanes, checos, austríacos y suizos. En este momento, los fiscales federales y de Baja Sajonia lo investigan “sólo” por pedir sobornos a terceros (como se confirmó hace cuatro semanas). Entretanto, las públicas acusaciones de Gebauer van adquiriendo crédito dentro y fuera de VW.

En verdad, la justicia había abierto, también en junio, dos causas –donde Gebauer es testigo de cargo- por presunto desfalco y fraude contable en la compañía, Al trascender esto, estalló el “megaescándalo” que continúa sobre el tapete. La lista de sospechosos suma ya diez, entre ellos un legislador federal. “Tras estudiar las denuncias del testigo, se han descubierto pruebas de delitos penales”, revelò días atrás Klaus Ziehe, vocero de la procuración sajona.

El lado político del lío salpica al ex canciller socialdemócrata Gerhard Schröder y su eventual sucesora democristiana, Angela Merkel (cuyo nombramiento aún no se confirma). En efecto, el presunto cerebro de los “lustreise” es Peter Hartz, quien ha dimitido como director de personal porque la justicia lo investiga.

Hartz es autor de un plan federal de reformas laborales. Esencialmente, permitirá eliminar puestos, reducir jubilaciones y prestaciones sociales. Esta propuesta le costó el cargo a Schröder, pues le hizo perder los comicios en un estado clave para el PSD, Westfalia-Renania norte. Hartz tanbién está detrás de reformas aún más duras, incluidas en el programa que los democristianos proponen a la “grosse koalition”. El escándalo puede trabar la aprobación de esas medidas o modificarlas: los legisladores que las votasen como están serían sospechados de recibir prebendas del sector privado.

En medio de todo eso, Volkswagen ha contratado al estudio contable alemán KPMG, entre los mayores del mundo, para auditar los gastos irregulares hechos desde 1996. Así informó Bernd Pischetsrieder, presidente ejecutivo y muy allegado a Hartz. Por de pronto, hace una semana la compañía admitió haber entregado € 635.000 a un conocido dirigente gremial, Klaus Volkert, por “servicios no éticos”. Pero la caja que manejaba Gebauer –con autorización de Hartz- pasaba de € 940.000.

Por otra parte, empiezan a aparecer evidencias de “turismo feliz” en Praga, Budapest, Lisboa, Venecia, Viena, etc. Pero el papel de Volkert va más allá de esas vanidades: durante diez años ha representado a IG Metall (la poderosa UOM germana) y ha sido instrumento fiel –pero caro- del propio Hartz. Para colmo, el sindicalista es legislador de Baja Sajonia y ese estado controla 18,2% del paquete VW.

Compartir:
Notas Relacionadas

Suscripción Digital

Suscríbase a Mercado y reciba todos los meses la mas completa información sobre Economía, Negocios, Tecnología, Managment y más.

Suscribirse Archivo Ver todos los planes

Newsletter


Reciba todas las novedades de la Revista Mercado en su email.

Reciba todas las novedades