Vivendi, entre hackers y errores

Un clima tormentoso caracteriza la interna del grupo francés Vivendi Universal, segundo conglomerado de su tipo en el mundo.

29 abril, 2002

Por un lado, cunden sospechas de fraude en la votación durante la asamblea ordinaria de accionistas (miércoles 24), mientras la firma amenaza con acciones penales contra presuntos hackers que alteraron números.

Por el otro, la compra de USA Networks –US$ 10.300 millones- se perfila como un error más en la trayectoria del CEO Jean-Marie Messier

Hoy mismo, la junta directiva se reúne para fijarle fecha a una nueva asamblea general. Messier quería convocarla recién para principios de junio, mientras su decisión de anular la primera es objeto de duras críticas y hasta pedidos de renuncia. Por otra parte, el grupo sufrió pérdidas sin precedentes en 2001, por depreciación de activos.

“Se necesitan pruebas o indicios claros para cancelar una votación y anunciar otro plenario ¿Dónde están esas evidencias? Además, anular asambleas no es prerrogativa del presidente ejecutivo, sino de la justicia. Messier actúa como un chico malcriado porque no le gustaron los resultados de la asamblea”. Así afirma un nutrido grupo de accionistas disconformes.

Entretanto, las acciones siguen cediendo y hoy Vivendi vale en el mercado no más de € 39.000 millones (US$ 35.000 millones), 41% menos que a fines del año pasado, con el peor desempeño registrado en la bolsa de París y una deuda superior a los US$ 50.000 millones.

A lo anterior se añade el problema USA Networks, comprada por US$ 10.300 millones y fuente de retrocesos en ventas, publicidad y utilidades durante el primer trimestre de 2002. Messier –que ya había gastado US$ 100.000 millones en adquisiciones y tomas de activos, convino la compra del negocio que manejaba Barry Diller, con el propósito de hacer pie en EE.UU. (un mercado de 82 millones de hogares) vía las dos cadenas controladas por Diller.

La operación se confirmó en diciembre y ya los inversores la cuestionan severamente. Ocurre que, en enero-marzo, la unidad perdió 18% en ventas y 28% en utilidades brutas. Antes de esto, en el segundo semestre de 2001, Vivendi fue perjudicada por el declive de Seagram, otra adquisición apresurada de Messier. En el caso de USA Networks, la oferta del grupo francés cotizaba sus activos en US$ 10.300 millones, 17 veces la valuación básica, US$ 600 millones. Además, la suma ofrecida era superior al valor estimado para Viacom, propietaria de la cadena televisiva CBS (US$ 5.600 millones para activos básicos por 373 millones, según Morgan Stanley).

Por un lado, cunden sospechas de fraude en la votación durante la asamblea ordinaria de accionistas (miércoles 24), mientras la firma amenaza con acciones penales contra presuntos hackers que alteraron números.

Por el otro, la compra de USA Networks –US$ 10.300 millones- se perfila como un error más en la trayectoria del CEO Jean-Marie Messier

Hoy mismo, la junta directiva se reúne para fijarle fecha a una nueva asamblea general. Messier quería convocarla recién para principios de junio, mientras su decisión de anular la primera es objeto de duras críticas y hasta pedidos de renuncia. Por otra parte, el grupo sufrió pérdidas sin precedentes en 2001, por depreciación de activos.

“Se necesitan pruebas o indicios claros para cancelar una votación y anunciar otro plenario ¿Dónde están esas evidencias? Además, anular asambleas no es prerrogativa del presidente ejecutivo, sino de la justicia. Messier actúa como un chico malcriado porque no le gustaron los resultados de la asamblea”. Así afirma un nutrido grupo de accionistas disconformes.

Entretanto, las acciones siguen cediendo y hoy Vivendi vale en el mercado no más de € 39.000 millones (US$ 35.000 millones), 41% menos que a fines del año pasado, con el peor desempeño registrado en la bolsa de París y una deuda superior a los US$ 50.000 millones.

A lo anterior se añade el problema USA Networks, comprada por US$ 10.300 millones y fuente de retrocesos en ventas, publicidad y utilidades durante el primer trimestre de 2002. Messier –que ya había gastado US$ 100.000 millones en adquisiciones y tomas de activos, convino la compra del negocio que manejaba Barry Diller, con el propósito de hacer pie en EE.UU. (un mercado de 82 millones de hogares) vía las dos cadenas controladas por Diller.

La operación se confirmó en diciembre y ya los inversores la cuestionan severamente. Ocurre que, en enero-marzo, la unidad perdió 18% en ventas y 28% en utilidades brutas. Antes de esto, en el segundo semestre de 2001, Vivendi fue perjudicada por el declive de Seagram, otra adquisición apresurada de Messier. En el caso de USA Networks, la oferta del grupo francés cotizaba sus activos en US$ 10.300 millones, 17 veces la valuación básica, US$ 600 millones. Además, la suma ofrecida era superior al valor estimado para Viacom, propietaria de la cadena televisiva CBS (US$ 5.600 millones para activos básicos por 373 millones, según Morgan Stanley).

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