Unión Fenosa en Ecuador
El grupo energético español se hará cargo de una planta hidroeléctrica ubicada a unos 200 kilómetros de Guayaquil. El complejo era administrado por la empresa Hydronación.
(EFE).- El Gobierno de Ecuador entregará mañana oficialmente la planta hidroeléctrica Daule-Peripa al consorcio español Unión Fenosa, que se hizo con la concesión el pasado 1 de noviembre.
La central Daule-Peripa está situada a unos 190 kilómetros al norte de la ciudad portuaria de Guayaquil (al oeste de Ecuador) y tiene una capacidad de producción de 213 megavatios de potencia.
El director general de la firma española, Arcadio Gutiérrez, recibirá la orden oficial de operación de la planta de manos del presidente de la República, Gustavo Noboa, en una ceremonia que se celebrará en las instalaciones de la central, propiedad de la compañía ecuatoriana Hydronación.
Gutiérrez explicó que el convenio establece que Unión Fenosa se encargará de la operativa y mantenimiento de la central hidroeléctrica durante cinco años y destacó que este “es el primer contrato real” en Ecuador”, pese a que el consorcio está afincado en el país desde hace cuatro años.
“Nos parece una buena oportunidad para demostrar el compromiso que tenemos estando aquí y que seguiremos aquí”, en Ecuador, señaló el empresario español, al subrayar que su firma tiene mucha “confianza en el país” suramericano.
La planta es la segunda fuente de producción hidroeléctrica de Ecuador, después de la de Paute, situada al sur del país, y cuya capacidad alcanza los 1.000 megavatios de potencia instalada, 60% del consumo nacional.
Para el consorcio español, Ecuador tiene magníficas posibilidades para desarrollar fuentes de energía que aprovechen las ricas cuencas hidrográficas que cruzan el país.
Es por ello que Unión Fenosa se ha propuesto, también, emprender una de las obras en el sector eléctrico ecuatoriano considerada como la más importante: la construcción de la represa de Mazar, en la que se invertirán US$ 500 millones.
Mazar estará situada al norte de la planta de Paute y una vez finalizada almacenará unas cuatro veces más de agua y permitirá controlar la acumulación de sedimentos en toda la cuenca.
Gutiérrez recordó que Unión Fenosa está lista para iniciar la construcción de Mazar, apenas el gobierno le autorice, aunque reconoció que se trata de una inversión que necesita ser estudiada con paciencia y profundidad.
Para el director de Unión Fenosa en Ecuador, el español José Luis Llorden, en el primer trimestre del próximo año podría decidir el gobierno la adjudicación a su firma de la construcción de Mazar, cuya ejecución está prevista desde hace veinte años.
Llorden recordó que Ecuador tiene una capacidad de generación eléctrica de 3.300 megavatios, 40% de los cuales corresponde a centrales que utilizan combustibles como el diesel y el búnker (residuos de la refinación de petróleo), lo que encarece la generación e incide directamente en las planillas de consumo.
Unión Fenosa además prevé ejecutar otros proyectos de menor envergadura en el norte y sur del país, con las instalaciones de pequeñas centrales hidroeléctricas de 50 megavatios de potencia, cuyo coste unitario es de US$ 100 millones, lo que podría suplir el déficit de generación que soporta el país, especialmente en los periodos de sequía en la zona andina de Paute.
(EFE).- El Gobierno de Ecuador entregará mañana oficialmente la planta hidroeléctrica Daule-Peripa al consorcio español Unión Fenosa, que se hizo con la concesión el pasado 1 de noviembre.
La central Daule-Peripa está situada a unos 190 kilómetros al norte de la ciudad portuaria de Guayaquil (al oeste de Ecuador) y tiene una capacidad de producción de 213 megavatios de potencia.
El director general de la firma española, Arcadio Gutiérrez, recibirá la orden oficial de operación de la planta de manos del presidente de la República, Gustavo Noboa, en una ceremonia que se celebrará en las instalaciones de la central, propiedad de la compañía ecuatoriana Hydronación.
Gutiérrez explicó que el convenio establece que Unión Fenosa se encargará de la operativa y mantenimiento de la central hidroeléctrica durante cinco años y destacó que este “es el primer contrato real” en Ecuador”, pese a que el consorcio está afincado en el país desde hace cuatro años.
“Nos parece una buena oportunidad para demostrar el compromiso que tenemos estando aquí y que seguiremos aquí”, en Ecuador, señaló el empresario español, al subrayar que su firma tiene mucha “confianza en el país” suramericano.
La planta es la segunda fuente de producción hidroeléctrica de Ecuador, después de la de Paute, situada al sur del país, y cuya capacidad alcanza los 1.000 megavatios de potencia instalada, 60% del consumo nacional.
Para el consorcio español, Ecuador tiene magníficas posibilidades para desarrollar fuentes de energía que aprovechen las ricas cuencas hidrográficas que cruzan el país.
Es por ello que Unión Fenosa se ha propuesto, también, emprender una de las obras en el sector eléctrico ecuatoriano considerada como la más importante: la construcción de la represa de Mazar, en la que se invertirán US$ 500 millones.
Mazar estará situada al norte de la planta de Paute y una vez finalizada almacenará unas cuatro veces más de agua y permitirá controlar la acumulación de sedimentos en toda la cuenca.
Gutiérrez recordó que Unión Fenosa está lista para iniciar la construcción de Mazar, apenas el gobierno le autorice, aunque reconoció que se trata de una inversión que necesita ser estudiada con paciencia y profundidad.
Para el director de Unión Fenosa en Ecuador, el español José Luis Llorden, en el primer trimestre del próximo año podría decidir el gobierno la adjudicación a su firma de la construcción de Mazar, cuya ejecución está prevista desde hace veinte años.
Llorden recordó que Ecuador tiene una capacidad de generación eléctrica de 3.300 megavatios, 40% de los cuales corresponde a centrales que utilizan combustibles como el diesel y el búnker (residuos de la refinación de petróleo), lo que encarece la generación e incide directamente en las planillas de consumo.
Unión Fenosa además prevé ejecutar otros proyectos de menor envergadura en el norte y sur del país, con las instalaciones de pequeñas centrales hidroeléctricas de 50 megavatios de potencia, cuyo coste unitario es de US$ 100 millones, lo que podría suplir el déficit de generación que soporta el país, especialmente en los periodos de sequía en la zona andina de Paute.
