Telecomunicaciones: ¿otro cimbronazo en Europa occidental?

A cinco años de entrar en crisis local, el sector vuelve a las fusiones y adquisiciones (F&A). Telefónica de España ha ofrecido casi € 20.000 millones por la holandesa KPN. Pero no hay todavía datos oficiales.

3 octubre, 2005

Al parecer, directivos españoles han abierto un diálogo directo con vistas a negociaciones formales. Desde este fin de semana, las dos compañías están armando equipos específicamente dedicados al tema. Dado que el proceso ni siquiera está en fase uno, el mercado ignora como habrá reaccionado KPN.

En estadísticas, se trata de dos firmas bastante parecidas. Recordando que algunos usuarios tienen más de una línea, la penetración de mercado (relación entre aparatos y población) llega a 105% en Holanda y 104% en España. Más atrás vienen Alemania (91%) y Bélgica (89%). En promedio de tiempo por abonado/mes, Telefónica está al frente (154 minutos), seguida de KPN (123), seguidas por sus equivalente belga (117) y germana (78). En ritmo anual de crecimiento, KPN (3%) supera de lejos a Telefónica (2%), según cifras de la consultora Wireless Intelligence.

Cualquier tipo de acuerdo deberá ser no conflictivo, pues la corona neerlandesa tiene 20% en KPN. Sin opciones hostiles, varios analistas estiman que las eventuales negociaciones podrían no llegar a buen puerto. No sería raro, pues éste es el segundo intento de Telefónica para quedarse con el control de KPN (el anterior data de 2000 y capotó por causa de los españoles).

Al revés que entonces, hoy la iniciativa de Telefónica coincide con el preludio de una ola de grandes F&A en telecomunicaciones europeas. Luego de un lustro en blanco, surgen grupos interesados. Por ejemplo, France Télécom ya tomó la catalana Amena por € 6.400 millones, en julio. Hace poco, Deutsche Telekom dejaba de lado contactos con en KPN para comprar juntas la inalámbrica británica 02. Ahora busca otro socio potencial.

En términos generales, las principales telefónicas de Alemania, Francia y España andan en pos de presas, para convertirse en operadores dominantes dentro de la Unión Europea. Sin ir más lejos, 02 podría caer en la mira de un futuro consorcio Telefónica-KPN. Por supuesto, la clave de las F&A reside en celulares, pues las nuevas tecnologías han transformado la telefonía fija en un negocio de bajos márgenes, por demás maduro.

El caso español tiene sus peculiaridades. Agotado por el momento el avance en Latinoamérica –donde hace la mitad de sus ventas-, al chocar con Telmex, Telefónica se vuelve a la Unión Europea. Por de pronto, ha captado una participación en Česky Telekom (Praga), contra la opinión de sus accionistas y del mercado. La explicación es simple: estos cinco a seis años, mientras la estrategia península ibérica-Latinoamérica daba excelentes resultados, fracasaba los esfuerzos para ingresar a la telefonía móvil de Suiza, Alemania e Italia.

En tanto accionistas e inversores cuestionan la nueva estrategia (vendiendo sus papeles en la bolsa madrileña), altos funcionarios de la empresa insisten en que buscan “aprovechar oportunidades, sin atenernos a una geografía determinada”. Pero la reacción negativa de los accionistas puede frustrar el nuevo acercamiento a KPN, donde no prima el tipo de “autoritarismo ejecutivo” de los españoles.

Sucede que los holandeses también piensan en F&A. Meses atrás, la compañía anunció haber firmado un acuerdo para tomar por € 1.100 millones Telfort, una operadora de bajo costo, para consolidar su dominancia en el Benelux. Obviamente, recomienza la historia de las telefónicas europeas.

Al parecer, directivos españoles han abierto un diálogo directo con vistas a negociaciones formales. Desde este fin de semana, las dos compañías están armando equipos específicamente dedicados al tema. Dado que el proceso ni siquiera está en fase uno, el mercado ignora como habrá reaccionado KPN.

En estadísticas, se trata de dos firmas bastante parecidas. Recordando que algunos usuarios tienen más de una línea, la penetración de mercado (relación entre aparatos y población) llega a 105% en Holanda y 104% en España. Más atrás vienen Alemania (91%) y Bélgica (89%). En promedio de tiempo por abonado/mes, Telefónica está al frente (154 minutos), seguida de KPN (123), seguidas por sus equivalente belga (117) y germana (78). En ritmo anual de crecimiento, KPN (3%) supera de lejos a Telefónica (2%), según cifras de la consultora Wireless Intelligence.

Cualquier tipo de acuerdo deberá ser no conflictivo, pues la corona neerlandesa tiene 20% en KPN. Sin opciones hostiles, varios analistas estiman que las eventuales negociaciones podrían no llegar a buen puerto. No sería raro, pues éste es el segundo intento de Telefónica para quedarse con el control de KPN (el anterior data de 2000 y capotó por causa de los españoles).

Al revés que entonces, hoy la iniciativa de Telefónica coincide con el preludio de una ola de grandes F&A en telecomunicaciones europeas. Luego de un lustro en blanco, surgen grupos interesados. Por ejemplo, France Télécom ya tomó la catalana Amena por € 6.400 millones, en julio. Hace poco, Deutsche Telekom dejaba de lado contactos con en KPN para comprar juntas la inalámbrica británica 02. Ahora busca otro socio potencial.

En términos generales, las principales telefónicas de Alemania, Francia y España andan en pos de presas, para convertirse en operadores dominantes dentro de la Unión Europea. Sin ir más lejos, 02 podría caer en la mira de un futuro consorcio Telefónica-KPN. Por supuesto, la clave de las F&A reside en celulares, pues las nuevas tecnologías han transformado la telefonía fija en un negocio de bajos márgenes, por demás maduro.

El caso español tiene sus peculiaridades. Agotado por el momento el avance en Latinoamérica –donde hace la mitad de sus ventas-, al chocar con Telmex, Telefónica se vuelve a la Unión Europea. Por de pronto, ha captado una participación en Česky Telekom (Praga), contra la opinión de sus accionistas y del mercado. La explicación es simple: estos cinco a seis años, mientras la estrategia península ibérica-Latinoamérica daba excelentes resultados, fracasaba los esfuerzos para ingresar a la telefonía móvil de Suiza, Alemania e Italia.

En tanto accionistas e inversores cuestionan la nueva estrategia (vendiendo sus papeles en la bolsa madrileña), altos funcionarios de la empresa insisten en que buscan “aprovechar oportunidades, sin atenernos a una geografía determinada”. Pero la reacción negativa de los accionistas puede frustrar el nuevo acercamiento a KPN, donde no prima el tipo de “autoritarismo ejecutivo” de los españoles.

Sucede que los holandeses también piensan en F&A. Meses atrás, la compañía anunció haber firmado un acuerdo para tomar por € 1.100 millones Telfort, una operadora de bajo costo, para consolidar su dominancia en el Benelux. Obviamente, recomienza la historia de las telefónicas europeas.

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