Steve Jobs se va pero no del todo
Timothy Cook, director operativo de Apple, pasa a presidente ejecutivo. Tras catorce años manejando la empresa, Jobs da un aparente paso al costado pero deja al vicepresidente, Philip Schiller. Ambas decisiones se aguardaban desde hacía tiempo.
25 agosto, 2011
<p>Por obvias razones de salud, ha llegado el momento de “no poder cumplir mis obligaciones ni expectativas”, señala en una breve comunicación donde consta la renuncia. A los 56 años, en marzo cortó sus vacaciones y apareció en público para presentar otra versión de iPad. Después, asistió a una comida ofrecida por Barack Obama a líderes tecnológicos en Silicon Valley.</p>
<p>Pero la dimisión sólo le llevó un e-mail y una nota formal al directorio. Ahora queda como mayor accionista de <em>Walt Disney Company</em>. Sugestivamnente, Jobs señala en la misiva que le gustaría “servir como presidente de junta o empleado de Apple, si el consejo lo estima oportuno”.</p>
<p>En otras palabras, no se marcha del todo y esto tampoco es una sorpresa. Otro mensaje para tranquilizar a accionistas e inversores sostiene que “los días más brillantes e innovadores restan todavía por venir. Espero contribuir a ese suceso en otras funciones” (à bon entendeur…). En rigor, la trayectoria de esta estrella fue accidentada: ayudó a fundar Apple en 1976, lo despidieron en 1985 y regresó en 1997.</p>
<p>Jobs posee una fortuna personal de US$ 8.300 millones, según el quincenario Forbes, sobrevivió a un tumor pancreático en 2004 y a un transplante hepático en 2009. Pero, como observa Colin Gillis (BCG Financial), “a no asustarse: Jobs será presidente de junta, Cook presidente ejecutivo y Schiller nexo entre los dos”.<br />
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