Se reanuda la disputa UE-EE.UU. en torno de los aviones grandes

Estados Unidos y la Unión Europea reiniciaron el intercambio de amenazas y acusaciones en torno de la pelea Airbus-Boeing. Al parecer, se ha roto la tregua convenida el 11 de enero.

21 marzo, 2005

El año pasado, cada una de las partes entabló litigios cruzados ante la Organización Mundial de Comercio, pero en enero convinieron una tregua de tres meses, que vencía en abril. Su objeto era negociar un arreglo sobre eliminación mutua de subsidios estatales directos o indirectos.

Empleando un lenguaje inusitadamente acre, Peter Mandelson –comisionado europeo de comercio- rechazó de plano acusaciones norteamericanas de que la UE bloqueaba las tratativas. Sostuvo que Washington era responsable de lo que parece un colapso de los contactos. “Lamento que esa acción unilateral haya suspendido negociaciones”, señaló el alto funcionario.

Sus observaciones seguían a una actitud también destemplada de Robert Zoellick, representante comercial saliente de EE.UU. Mandelson estaba explicándole por teléfono la hoja de ruta para reanudar tratos y el norteamericano le cortó sin más al británico. Por supuesto, Washington afirmó que quien había cortado era Mandelson. “El problema –decía éste el lunes- es que, durante dos meses, EE.UU. ha estado más dedicado a maniobras que a reiniciar negociaciones serias”.

Si bien ambas partes parecían ansiosas de enfriar el clima, la Comisión Europea indicó que, si EE.UU. llevase el asunto nuevamente a la OMC, ella haría lo mismo. Sin dejar de asistir financieramente al desarrollo del nuevo Aiburs, el A350. Este endurecimiento presionaría a la OMC y les abriría paso a sanciones de cada gobierno contendiente contra el otro. Precisamente mientras hace falta cooperación mutua para sacar la ronda Dohá del pantano.

Washington quiere que Bruselas cese de dar créditos blandos a Airbus. Esta asistencia data de 1967 e implica ya US$ 15.000 millones. De este monto, 3.200 millones se asignaron al “superjumbo” A380. Por su parte, los europeos señalan que Boeing se ha beneficiado de facilidades y exenciones tributarias, contratos militares, apoyo japonés y, como se ha visto recientemente, licitaciones obtenidas mediante funcionarios corruptos. Entretanto, en 2003 Airbus superaba a Boeing como proveedor de grandes aviones comerciales.

El año pasado, cada una de las partes entabló litigios cruzados ante la Organización Mundial de Comercio, pero en enero convinieron una tregua de tres meses, que vencía en abril. Su objeto era negociar un arreglo sobre eliminación mutua de subsidios estatales directos o indirectos.

Empleando un lenguaje inusitadamente acre, Peter Mandelson –comisionado europeo de comercio- rechazó de plano acusaciones norteamericanas de que la UE bloqueaba las tratativas. Sostuvo que Washington era responsable de lo que parece un colapso de los contactos. “Lamento que esa acción unilateral haya suspendido negociaciones”, señaló el alto funcionario.

Sus observaciones seguían a una actitud también destemplada de Robert Zoellick, representante comercial saliente de EE.UU. Mandelson estaba explicándole por teléfono la hoja de ruta para reanudar tratos y el norteamericano le cortó sin más al británico. Por supuesto, Washington afirmó que quien había cortado era Mandelson. “El problema –decía éste el lunes- es que, durante dos meses, EE.UU. ha estado más dedicado a maniobras que a reiniciar negociaciones serias”.

Si bien ambas partes parecían ansiosas de enfriar el clima, la Comisión Europea indicó que, si EE.UU. llevase el asunto nuevamente a la OMC, ella haría lo mismo. Sin dejar de asistir financieramente al desarrollo del nuevo Aiburs, el A350. Este endurecimiento presionaría a la OMC y les abriría paso a sanciones de cada gobierno contendiente contra el otro. Precisamente mientras hace falta cooperación mutua para sacar la ronda Dohá del pantano.

Washington quiere que Bruselas cese de dar créditos blandos a Airbus. Esta asistencia data de 1967 e implica ya US$ 15.000 millones. De este monto, 3.200 millones se asignaron al “superjumbo” A380. Por su parte, los europeos señalan que Boeing se ha beneficiado de facilidades y exenciones tributarias, contratos militares, apoyo japonés y, como se ha visto recientemente, licitaciones obtenidas mediante funcionarios corruptos. Entretanto, en 2003 Airbus superaba a Boeing como proveedor de grandes aviones comerciales.

Compartir:
Notas Relacionadas

Suscripción Digital

Suscríbase a Mercado y reciba todos los meses la mas completa información sobre Economía, Negocios, Tecnología, Managment y más.

Suscribirse Archivo Ver todos los planes

Newsletter


Reciba todas las novedades de la Revista Mercado en su email.

Reciba todas las novedades