Renuncias en ImClone: ¿maniobra para eludir impuestos?

Días atrás, la farmoquímica ImClone Systems anunció, con bombos y platillos, dos renuncias en la cúpula ejecutiva. Ahora, la DGI norteamericana sospecha que se trata simplemente de una maniobra oportunista.

10 mayo, 2003

Una discreta advertencia del Internal Revenue Service (IRS, la DGI estadounidense) les quitó el sueño a los directivos del estudio KPMG, uno de los “cuatro grandes sobrevivientes”, a cargo de la auditoría externa de ImClone Systems. La imagen de este laboratorio de vanguardia biotecnológica ya había sido empañada por el fracaso de Erbitux –droga oncológica desarrollada junto con Bristol-Myers Squibb- y el escandaloso proceso al fundador y ex CEO, Samuel Waksal.

Al parecer, ahora los dos sucesores del controvertido y frívolo personaje (compinche de Martha Stewart en la noche neoyorquina) tratan de eludir impuestos mediante una espectacular renuncia. Según datos en poder de KPMG, la suma involucrada podría alcanzar los US$ 60 millones.

Este asunto desvela a los auditores de la biofarmoquíca. A punto tal que están insistiendo en otra revisión exhaustiva de los registros contables, inclusive las finanzas personales de los ejecutivos superiores. De lo contrario, según acaban de advertirle a la Securities & Exchange Commission, no aprobarán el balance 2002. Según la propia SEC, la maniobra evasora de los dimitentes se relaciona con un comunicado emitido por el Sistema de Reserva Federal, poco difundido, donde su presidente (Alan Greenspan) conmina a bancos y sociedades a “asentar las opciones accionarias incluidas en la remuneración de personal superior como gastos”. Al parecer, los renunciantes sabían que un poderoso “lobby” banqueros y contadores iba a influir en varios senadores para revocar ese capítulo de la ley Sarbanes-Oxley.

Una discreta advertencia del Internal Revenue Service (IRS, la DGI estadounidense) les quitó el sueño a los directivos del estudio KPMG, uno de los “cuatro grandes sobrevivientes”, a cargo de la auditoría externa de ImClone Systems. La imagen de este laboratorio de vanguardia biotecnológica ya había sido empañada por el fracaso de Erbitux –droga oncológica desarrollada junto con Bristol-Myers Squibb- y el escandaloso proceso al fundador y ex CEO, Samuel Waksal.

Al parecer, ahora los dos sucesores del controvertido y frívolo personaje (compinche de Martha Stewart en la noche neoyorquina) tratan de eludir impuestos mediante una espectacular renuncia. Según datos en poder de KPMG, la suma involucrada podría alcanzar los US$ 60 millones.

Este asunto desvela a los auditores de la biofarmoquíca. A punto tal que están insistiendo en otra revisión exhaustiva de los registros contables, inclusive las finanzas personales de los ejecutivos superiores. De lo contrario, según acaban de advertirle a la Securities & Exchange Commission, no aprobarán el balance 2002. Según la propia SEC, la maniobra evasora de los dimitentes se relaciona con un comunicado emitido por el Sistema de Reserva Federal, poco difundido, donde su presidente (Alan Greenspan) conmina a bancos y sociedades a “asentar las opciones accionarias incluidas en la remuneración de personal superior como gastos”. Al parecer, los renunciantes sabían que un poderoso “lobby” banqueros y contadores iba a influir en varios senadores para revocar ese capítulo de la ley Sarbanes-Oxley.

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