Qué queda de las pymis

Según un informe elaborado por la UIA, apenas una cuarta parte de las pequeñas y medianas industrias crece hoy con normalidad.

21 noviembre, 2001

Sólo una de cada cuatro pequeñas y medianas industrias radicadas en la Argentina muestra en la actualidad un crecimiento “normal y acelerado”, cuando ese porcentaje llegaba a 60% apenas cinco años atrás.

Así surge de un informe sobre “Evolución territorial-sectorial de las pymis argentinas” elaborado por el “Observatorio Pymi” de la UIA.

El trabajo, presentado en el marco de la VII Conferencia Industrial, fue realizado por el director del Observatorio Pymi, Vicente Donato, quien puntualizó que entre 1991 y 1996 la cantidad de pequeñas empresas con capacidad para expandirse llegaba a 58,9% del total.

“En el 2001, ese porcentaje se redujo a 25%, es decir, sólo una cuarta parte del sector está creciendo hoy con normalidad, cuando durante la primera mitad de la década pasada, las dos terceras partes de las pymis se desenvolvía con potencialidad de crecimiento”, puntualizó Donato, quien a la vez es vicerrector de la Universidad de Bologna en Buenos Aires.

En esa línea, manifestó que 75% restante “hizo los ejercicios de reestructuración necesarios a lo largo de los últimos diez años, lo cual significa un esfuerzo enorme”.

A la hora de precisar cómo son estas empresas que aún en recesión crecen a una tasa de 9% en ventas y ocupación, el directivo precisó que el núcleo está constituido por compañías con sesgo de alta tecnología y especialización, ocupan a más de 50 personas y están focalizadas, sobre todo, en el Gran Buenos Aires.

Donato puntualizó que en 1985, la productividad de las empresas de más de 500 personas “era igual a tres veces la productividad de una empresa que daba trabajo a entre 11 y 50 personas”.

“Ese diferencial se redujo a 76% en 1994, es decir, descendió dos veces, mientras que en 1997, la productividad de las grandes empresas es mayor en 43% respecto de las pequeñas”, puntualizó.

El directivo subrayó, además, que las áreas del país que “mejor han resistido los embates de la globalización en términos de ocupación” fueron Cuyo, con la producción de agroalimentos; Córdoba y Santa Fe con máquinas herramientas, y Misiones, Corrientes y Entre Ríos con la elaboración de madera.

“En estas regiones, los sectores industriales involucrados se comportaron mucho mejor desde el punto de vista ocupacional y de las ventas que el mismo sector pero ubicado fuera de esas áreas geográficas”, añadió.

De acuerdo con el informe elaborado por la UIA, la recesión que sufre el país desde mediados de 1998, y que aún persiste, “está tensando al máximo la cuerda que liga la capacidad de sobrevivencia de las pequeñas y medianas industrias”.

“Los ingresos por ventas de este sector provienen en 90% del mercado interno, y las inversiones se financian fundamentalmente con la utilización de recursos propios, de manera que puede comprenderse la magnitud de los ajustes que están realizado en la actualidad estas empresas”, subrayó el trabajo del Observatorio Pymi.

En ese sentido, la UIA advirtió que si las empresas permanecen un “largo tiempo en estado de achicamiento y estancamiento, finalmente terminan cerrando sus puertas”, con lo cual precisó que esta situación “amenaza la continuidad de 342 mil puestos de trabajo y ventas por US$ 20.000 millones”.

Sólo una de cada cuatro pequeñas y medianas industrias radicadas en la Argentina muestra en la actualidad un crecimiento “normal y acelerado”, cuando ese porcentaje llegaba a 60% apenas cinco años atrás.

Así surge de un informe sobre “Evolución territorial-sectorial de las pymis argentinas” elaborado por el “Observatorio Pymi” de la UIA.

El trabajo, presentado en el marco de la VII Conferencia Industrial, fue realizado por el director del Observatorio Pymi, Vicente Donato, quien puntualizó que entre 1991 y 1996 la cantidad de pequeñas empresas con capacidad para expandirse llegaba a 58,9% del total.

“En el 2001, ese porcentaje se redujo a 25%, es decir, sólo una cuarta parte del sector está creciendo hoy con normalidad, cuando durante la primera mitad de la década pasada, las dos terceras partes de las pymis se desenvolvía con potencialidad de crecimiento”, puntualizó Donato, quien a la vez es vicerrector de la Universidad de Bologna en Buenos Aires.

En esa línea, manifestó que 75% restante “hizo los ejercicios de reestructuración necesarios a lo largo de los últimos diez años, lo cual significa un esfuerzo enorme”.

A la hora de precisar cómo son estas empresas que aún en recesión crecen a una tasa de 9% en ventas y ocupación, el directivo precisó que el núcleo está constituido por compañías con sesgo de alta tecnología y especialización, ocupan a más de 50 personas y están focalizadas, sobre todo, en el Gran Buenos Aires.

Donato puntualizó que en 1985, la productividad de las empresas de más de 500 personas “era igual a tres veces la productividad de una empresa que daba trabajo a entre 11 y 50 personas”.

“Ese diferencial se redujo a 76% en 1994, es decir, descendió dos veces, mientras que en 1997, la productividad de las grandes empresas es mayor en 43% respecto de las pequeñas”, puntualizó.

El directivo subrayó, además, que las áreas del país que “mejor han resistido los embates de la globalización en términos de ocupación” fueron Cuyo, con la producción de agroalimentos; Córdoba y Santa Fe con máquinas herramientas, y Misiones, Corrientes y Entre Ríos con la elaboración de madera.

“En estas regiones, los sectores industriales involucrados se comportaron mucho mejor desde el punto de vista ocupacional y de las ventas que el mismo sector pero ubicado fuera de esas áreas geográficas”, añadió.

De acuerdo con el informe elaborado por la UIA, la recesión que sufre el país desde mediados de 1998, y que aún persiste, “está tensando al máximo la cuerda que liga la capacidad de sobrevivencia de las pequeñas y medianas industrias”.

“Los ingresos por ventas de este sector provienen en 90% del mercado interno, y las inversiones se financian fundamentalmente con la utilización de recursos propios, de manera que puede comprenderse la magnitud de los ajustes que están realizado en la actualidad estas empresas”, subrayó el trabajo del Observatorio Pymi.

En ese sentido, la UIA advirtió que si las empresas permanecen un “largo tiempo en estado de achicamiento y estancamiento, finalmente terminan cerrando sus puertas”, con lo cual precisó que esta situación “amenaza la continuidad de 342 mil puestos de trabajo y ventas por US$ 20.000 millones”.

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