Presión sobre trabajadores de Aerolíneas

El Gobierno amenazó a los técnicos aeronáuticos con sacarles la personería jurídica si no levantan el paro. El sindicalista Hugo Moyano no descartó posibles medidas de fuerza.

26 abril, 2001

El ministerio de Trabajo ordenó ayer (miércoles 25) a la Asociación de Personal Técnico Aeronáutico (Apta), quienes mantienen desde hace unos días un conflicto con el directorio de Aerolíneas Argentinas, que levanten el paro y ofrezcan servicios mínimos.

El secretario de Transporte, Anselmo Riva, señaló ayer que el ministerio podría podría iniciar el trámite en la justicia laboral para que se le retire la personería jurídica al sindicato si no acepta prestar 50% de los servicios normales en vuelos internacionales y de cabotaje antes de 48 horas.

Por su parte, el titular de la CGT disidente, Hugo Moyano, se acercó al Aeroparque a manifestar su apoyo a los técnicos que mantienen la huelga en los lugares de trabajo.

El sindicalista dijo que no descarta “cualquier medida” de su organización para demostrar su solidaridad con el personal despedido.

En tanto, en el ministerio de Trabajo continuaban ayer las negociaciones con los tripulantes, agremiados en la Asociación Argentina de Aeronavegantes (AAA), y la gerencia de Aerolíneas Argentinas y Austral en busca de un acuerdo similar al que firmaron otros cinco sindicatos y el que resistió Apta.

El martes, cuando los técnicos conocieron los 224 despidos que precipitaron el paro, fuentes de las empresas aéreas habían asegurado que, de no acordar con AAA –cuya conciliación voluntaria terminaba anoche–, inmediatamente se sumarían nuevas bajas a la planta, que suma un total de casi 5.000 empleados.

Como medida cautelar para absorber la demanda de los pasajeros, Lapa, Dinar y Southern Winds reforzaron sus frecuencias y, en algunos casos, utilizaron sus naves para destinos que no integran sus redes.

El conflicto estalló cuando la dirigencia española de Aerolíneas y Austral (Sociedad Estatal de Participaciones Industriales) decidió aplicar unilateralmente el Plan Director de reducción drástica de costos y refinanciación de la deuda.

El Estado español, principal accionista de Aerolíneas y Austral, presentó este programa como única salida para rescatar las empresas de un ahogo financiero provocado por una deuda de US$ 900 millones y pérdidas mensuales de US$ 30 millones.

Más información, ver “Amenazas de bombas en Aerolíneas” y “Sepi dijo que la huelga es riesgosa”, en esta misma sección.

El ministerio de Trabajo ordenó ayer (miércoles 25) a la Asociación de Personal Técnico Aeronáutico (Apta), quienes mantienen desde hace unos días un conflicto con el directorio de Aerolíneas Argentinas, que levanten el paro y ofrezcan servicios mínimos.

El secretario de Transporte, Anselmo Riva, señaló ayer que el ministerio podría podría iniciar el trámite en la justicia laboral para que se le retire la personería jurídica al sindicato si no acepta prestar 50% de los servicios normales en vuelos internacionales y de cabotaje antes de 48 horas.

Por su parte, el titular de la CGT disidente, Hugo Moyano, se acercó al Aeroparque a manifestar su apoyo a los técnicos que mantienen la huelga en los lugares de trabajo.

El sindicalista dijo que no descarta “cualquier medida” de su organización para demostrar su solidaridad con el personal despedido.

En tanto, en el ministerio de Trabajo continuaban ayer las negociaciones con los tripulantes, agremiados en la Asociación Argentina de Aeronavegantes (AAA), y la gerencia de Aerolíneas Argentinas y Austral en busca de un acuerdo similar al que firmaron otros cinco sindicatos y el que resistió Apta.

El martes, cuando los técnicos conocieron los 224 despidos que precipitaron el paro, fuentes de las empresas aéreas habían asegurado que, de no acordar con AAA –cuya conciliación voluntaria terminaba anoche–, inmediatamente se sumarían nuevas bajas a la planta, que suma un total de casi 5.000 empleados.

Como medida cautelar para absorber la demanda de los pasajeros, Lapa, Dinar y Southern Winds reforzaron sus frecuencias y, en algunos casos, utilizaron sus naves para destinos que no integran sus redes.

El conflicto estalló cuando la dirigencia española de Aerolíneas y Austral (Sociedad Estatal de Participaciones Industriales) decidió aplicar unilateralmente el Plan Director de reducción drástica de costos y refinanciación de la deuda.

El Estado español, principal accionista de Aerolíneas y Austral, presentó este programa como única salida para rescatar las empresas de un ahogo financiero provocado por una deuda de US$ 900 millones y pérdidas mensuales de US$ 30 millones.

Más información, ver “Amenazas de bombas en Aerolíneas” y “Sepi dijo que la huelga es riesgosa”, en esta misma sección.

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