Pixar, clave para Disney, abandona al grupo

Pixar Animation Studies (Steve Jobs) dio por terminadas –días atrás- tratativas para continuar la alianza con Walt Disney Co. Ahora, éste debe mantener liderazgo justamente en las películas animadas que hacía su ex socio.

2 febrero, 2004

En realidad, los estudios Disney han dominado durante 75 años los dibujos
y, últimamente, las películas y los videos animados. Pero, a diferencia
de los primeros, en los demás rubros esta hegemonía deriva de la
sociedad con Pixar, cuyos productos co-financiaba y distribuía Disney.

El desaire de Jobs a Michael Eisner -polémico CEO de Disney- revela
hasta qué punto ha mutado el negocio del cine animado en pocos años.
Disney distribuyó cinco grande éxitos de taquilla originados en
Pixar: “Historia de juguete” I y II (1995, 1999), “Bichos”
(1998), “Monstruos SA” (2001) y “Buscando a Nemo” (2003).
Además, hay convenios para dos trabajos más (“Los increíbles”
este año, “Autos” en 2005).

Para la propia unidad de animación de Disney, pronto llegará
el momento de demostrar que puede volver a generar éxitos taquilleros.
Pero el grupo sigue inmerso en una dura reestructuración y redujo la
plantilla laboral de 2.200 en 1999 a 600 ahora. Aparte, afrontará una
preocupante cantidad de competidoras como DreamWorks SKG, Sony, 20th Century
Fox, Lucasfilm y, desde 2006, la propia Pixar.

Por otra parte, una película animada exige de tres a cuatro años.
Pero la suerte de Disney -y Eisner- en ese segmento no puede cambiarse en cuestión
de meses. Mientras, Roy Disney -último descendiente de Walt en al directorio-
y Stanley Gold están en plena campaña para destituir a Eisner.

Este mes se hace la asamblea anual ordinaria de accionistas y la sorpresa de
Pixar no ayudará a Eisner a capear la borrasca en ciernes. “Vamos
a tener que pelear durante algunos años en un contexto difícil”,
admite Richard Cook, presidente del directorio. “En poco tiempo, la animación
computarizada dejará de ser única, se masificará como el
negocio del cine tradicional y sólo los mejores productos sobrevivirán”-

Como demuestran Jobs y Pixar, nadie es dueño de la creatividad, la tecnología
ni los buenos guiones en Hollywood. Por de pronto, Wall Street parece creer
más en Pixar que en Disney e igual temperamento exhiben las calificadoras.

En realidad, los estudios Disney han dominado durante 75 años los dibujos
y, últimamente, las películas y los videos animados. Pero, a diferencia
de los primeros, en los demás rubros esta hegemonía deriva de la
sociedad con Pixar, cuyos productos co-financiaba y distribuía Disney.

El desaire de Jobs a Michael Eisner -polémico CEO de Disney- revela
hasta qué punto ha mutado el negocio del cine animado en pocos años.
Disney distribuyó cinco grande éxitos de taquilla originados en
Pixar: “Historia de juguete” I y II (1995, 1999), “Bichos”
(1998), “Monstruos SA” (2001) y “Buscando a Nemo” (2003).
Además, hay convenios para dos trabajos más (“Los increíbles”
este año, “Autos” en 2005).

Para la propia unidad de animación de Disney, pronto llegará
el momento de demostrar que puede volver a generar éxitos taquilleros.
Pero el grupo sigue inmerso en una dura reestructuración y redujo la
plantilla laboral de 2.200 en 1999 a 600 ahora. Aparte, afrontará una
preocupante cantidad de competidoras como DreamWorks SKG, Sony, 20th Century
Fox, Lucasfilm y, desde 2006, la propia Pixar.

Por otra parte, una película animada exige de tres a cuatro años.
Pero la suerte de Disney -y Eisner- en ese segmento no puede cambiarse en cuestión
de meses. Mientras, Roy Disney -último descendiente de Walt en al directorio-
y Stanley Gold están en plena campaña para destituir a Eisner.

Este mes se hace la asamblea anual ordinaria de accionistas y la sorpresa de
Pixar no ayudará a Eisner a capear la borrasca en ciernes. “Vamos
a tener que pelear durante algunos años en un contexto difícil”,
admite Richard Cook, presidente del directorio. “En poco tiempo, la animación
computarizada dejará de ser única, se masificará como el
negocio del cine tradicional y sólo los mejores productos sobrevivirán”-

Como demuestran Jobs y Pixar, nadie es dueño de la creatividad, la tecnología
ni los buenos guiones en Hollywood. Por de pronto, Wall Street parece creer
más en Pixar que en Disney e igual temperamento exhiben las calificadoras.

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