Parmalat: Bondi ha denunciado a Bank of America

Enrico Bondi, comisionado extraordinario (interventor) a cargo de Parlamat Finanziaria y su grupo, amplió una denuncia contra Bank of America. Ante la fiscalía parmesana, lo acusa de haber encubierto maniobras ilícitas.

7 abril, 2004

En una nueva presentación, el interventor requiere a los magistrados “investigar dos hipótesis que conjugan falsedad ideológica y perjurio”. Bondi involucra al director gerente de BofA en Italia, Wayne Robert Forritt y su colega en Brasil. Los acusa de “grave y sistemático enbcubrimiento de operaciones ilícitas hechas, vía el gigante bancario, por Calisto Tanzi, Fausto Tonna, Luca Sala –funcionario de BofA en Milán y operador de Tanzi en Sudamérica- y otros.

Por otra parte, el arqueo de caja dispuesto por la justicia milanesa y efectuado por Bondi, el 31 de diciembre, reveló nexos entre gente de BofA, la BKB -banco cantonal de los grisones, Suiza-, una entidad en Liechtenstein y tres “operadores” (Fabio Malerba, Luis Moncada, Shahbaz Shahzad). Todos participaron de maniobras que hicieron desaparacer unos US$ 2.000 millones en pocas semanas.

Poco después, en un informe dirigido a las fiscalías de Milán, Roma, Parma y Collecchio, Bondi se compromete a “terminar en tiempo y forma el salvataje de la compañía, el relanzamiento accionario y el refinanciamiento de deudas”. De paso, el interventor convalida que los Tanzi le causaron al grupo un quebranto de € 14.300 millones.

Entretanto, un dato desconocido hasta hace poco involucra al estudio Deloitte Touche Tohmatsu en otro encubrimiento. Según trascendió en Milán y Londres, tres años antes del derrumbe, un auditor de esa firma había advertido –en Brasil- qué iba a pasar. En marzo de 2001, Wandeley Olivetti (auditor en Brasil de DTT) remitió un e-mail a Adolfo Mamoli, socio de Deloitte Italia, explicando la mala situación financiera de Bonlat Financing (Caimán), incapaz de cubrir un vencimiento de US$ 225 millones, y sus vínculos con Parmalat Brasil.

A principios de 2002, Olivetti amplió el informe a Mamoli. A su vez, Fausto Tonna –entonces director financiero del grupo Parmalat- amenazó con romper relaciones con DTT y DI, si no silenciaban al auditor. La semana pasadas, el abogado de Mamoli se negó a responder consultas periodísticas sobre ese asunto o la actual situación de Olivetti.

En una nueva presentación, el interventor requiere a los magistrados “investigar dos hipótesis que conjugan falsedad ideológica y perjurio”. Bondi involucra al director gerente de BofA en Italia, Wayne Robert Forritt y su colega en Brasil. Los acusa de “grave y sistemático enbcubrimiento de operaciones ilícitas hechas, vía el gigante bancario, por Calisto Tanzi, Fausto Tonna, Luca Sala –funcionario de BofA en Milán y operador de Tanzi en Sudamérica- y otros.

Por otra parte, el arqueo de caja dispuesto por la justicia milanesa y efectuado por Bondi, el 31 de diciembre, reveló nexos entre gente de BofA, la BKB -banco cantonal de los grisones, Suiza-, una entidad en Liechtenstein y tres “operadores” (Fabio Malerba, Luis Moncada, Shahbaz Shahzad). Todos participaron de maniobras que hicieron desaparacer unos US$ 2.000 millones en pocas semanas.

Poco después, en un informe dirigido a las fiscalías de Milán, Roma, Parma y Collecchio, Bondi se compromete a “terminar en tiempo y forma el salvataje de la compañía, el relanzamiento accionario y el refinanciamiento de deudas”. De paso, el interventor convalida que los Tanzi le causaron al grupo un quebranto de € 14.300 millones.

Entretanto, un dato desconocido hasta hace poco involucra al estudio Deloitte Touche Tohmatsu en otro encubrimiento. Según trascendió en Milán y Londres, tres años antes del derrumbe, un auditor de esa firma había advertido –en Brasil- qué iba a pasar. En marzo de 2001, Wandeley Olivetti (auditor en Brasil de DTT) remitió un e-mail a Adolfo Mamoli, socio de Deloitte Italia, explicando la mala situación financiera de Bonlat Financing (Caimán), incapaz de cubrir un vencimiento de US$ 225 millones, y sus vínculos con Parmalat Brasil.

A principios de 2002, Olivetti amplió el informe a Mamoli. A su vez, Fausto Tonna –entonces director financiero del grupo Parmalat- amenazó con romper relaciones con DTT y DI, si no silenciaban al auditor. La semana pasadas, el abogado de Mamoli se negó a responder consultas periodísticas sobre ese asunto o la actual situación de Olivetti.

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