Oracle vs.PeopleSoft: ¿están negociando vía pleitos?

“PeopleSoft habría considerado la oferta inicial de Oracle, si hubiese sido más seria”. Así admite, durante una entrevista grabada en agosto, el actual CEO, David Duffield. El video fue pasado el miércoles ante un tribunal de Delaware.

14 octubre, 2004

A su criterio, Oracle “debía haber desistido de algunas condiciones añadidas a la propuesta y comprometerse a vender, apoyar y mejorar el software PeopleSoft”. Duffield, fundador de la empresa, era por entonces presidente del directorio y Craig Conway su director ejecutivo. A éste lo despidieron el 30 de septiembre, tras el fallo de otro juez, que desbloquea la oferta hostil de Lawrence Ellison.

Todavía se ignoran los motivos reales de la medida y ni siquiera se sabe bien quiénes la adoptaron. Sea como fuere, el despido generó desde ese momento febriles especulaciones, en cuanto a que el cambio en la cúpula facilitará la apertura de tratativas.

En ese video, Duffield señala que -al hacerse el primer intento hostil, junio de 2003- la empresa no había requerido la opinión de sus propios asesores. Esa oferta inicial equivalía a US$ 16 por acción y sumaba alrededor de US$ 5.300 millones. Tiempo después, ese levó a US$ 16 por papel, o sea unos US$ 6.800 millones.

Finalmente cuando Ellison llevó el precio a 21 por acción (7.700 millones), los asesores calificaron de “inadecuado” el monto. En ese punto –mediados de 2004- Oracle hablaba informalmente ya de US$ 26 la acción, lo cual significaba más de US$ 9.500 millones. Esa cifra asustó a los accionistas y fue dejada a un lado.

La oferta por US$ 7.700 millones es válida hasta el viernes 22 de octubre, pero Ellison ahora quiere disminuirla: sus propios ataques contra PeopleSoft le han hecho perder a ésta clientes e ingresos. Eso explica las nuevas acciones judiciales de Oracle: la incoada en Delaware trata de que PeopleSoft anule medidas preventivas.

En particular, un poco usual “programa de protección a clientes” (CAP = customer assurance program), que podría crearle a Oracle oneroas obligaciones financieras, en caso de cristalizar la toma hostil. Este martes, PeopleSoft amplió el plazo de validez para ese programa. Tal como está armado, podría forzar a Oracle a indemnizar clientes de su rival por dos a cinco veces el costo del software adquirido a PeopleSoft. Eso si, tras la fusión, Oracle no apoya ni mejora las ciertas prestaciones.

Por su parte, Ellison insiste en que esos compromisos fueron públicamente adoptados al lanzarse la primera oferta hostil. “El problema es que CAP resulta en extremo perjudicial”, sostuvo el martes Safra Katz, copresidente de Oracle. En su testimonio ante el tribunal de Delaware añadió: “Ese programa ya implica compromisos potenciales por unos US$ 2.000 millones, que podrían aumentar”.

El directivo reveló, entonces, que –a causa del deterioro de ingresos y resultados- “la capitalización bursátil del paquete puede haberse reducido de un cuarto a un tercio. Por eso, hemos reactualizado nuestras estimaciones”. Sin embargo, “si es así, la culpa la tiene el hostigamiento de Ellison”, comentaba Conway desde el llano.

“Hasta cierto punto, ambas partes emplean los tribunales como vía oblicua de negociación”, reflexiona el conjuez Leo Strine, que conduce la causa. “Esto es mitad litigio, mitad negociación”.

Phillip Williamson, copresidente de PeopleSoft, declaró ante Strine que “algunos clientes importantes demoraron pedidos o se pasaron a otros proveedores de software empresario, ante las incertidumbres creadas por la propuesta de Oracle. El CAP era la única forma de proteger sus inversiones”.

A su criterio, Oracle “debía haber desistido de algunas condiciones añadidas a la propuesta y comprometerse a vender, apoyar y mejorar el software PeopleSoft”. Duffield, fundador de la empresa, era por entonces presidente del directorio y Craig Conway su director ejecutivo. A éste lo despidieron el 30 de septiembre, tras el fallo de otro juez, que desbloquea la oferta hostil de Lawrence Ellison.

Todavía se ignoran los motivos reales de la medida y ni siquiera se sabe bien quiénes la adoptaron. Sea como fuere, el despido generó desde ese momento febriles especulaciones, en cuanto a que el cambio en la cúpula facilitará la apertura de tratativas.

En ese video, Duffield señala que -al hacerse el primer intento hostil, junio de 2003- la empresa no había requerido la opinión de sus propios asesores. Esa oferta inicial equivalía a US$ 16 por acción y sumaba alrededor de US$ 5.300 millones. Tiempo después, ese levó a US$ 16 por papel, o sea unos US$ 6.800 millones.

Finalmente cuando Ellison llevó el precio a 21 por acción (7.700 millones), los asesores calificaron de “inadecuado” el monto. En ese punto –mediados de 2004- Oracle hablaba informalmente ya de US$ 26 la acción, lo cual significaba más de US$ 9.500 millones. Esa cifra asustó a los accionistas y fue dejada a un lado.

La oferta por US$ 7.700 millones es válida hasta el viernes 22 de octubre, pero Ellison ahora quiere disminuirla: sus propios ataques contra PeopleSoft le han hecho perder a ésta clientes e ingresos. Eso explica las nuevas acciones judiciales de Oracle: la incoada en Delaware trata de que PeopleSoft anule medidas preventivas.

En particular, un poco usual “programa de protección a clientes” (CAP = customer assurance program), que podría crearle a Oracle oneroas obligaciones financieras, en caso de cristalizar la toma hostil. Este martes, PeopleSoft amplió el plazo de validez para ese programa. Tal como está armado, podría forzar a Oracle a indemnizar clientes de su rival por dos a cinco veces el costo del software adquirido a PeopleSoft. Eso si, tras la fusión, Oracle no apoya ni mejora las ciertas prestaciones.

Por su parte, Ellison insiste en que esos compromisos fueron públicamente adoptados al lanzarse la primera oferta hostil. “El problema es que CAP resulta en extremo perjudicial”, sostuvo el martes Safra Katz, copresidente de Oracle. En su testimonio ante el tribunal de Delaware añadió: “Ese programa ya implica compromisos potenciales por unos US$ 2.000 millones, que podrían aumentar”.

El directivo reveló, entonces, que –a causa del deterioro de ingresos y resultados- “la capitalización bursátil del paquete puede haberse reducido de un cuarto a un tercio. Por eso, hemos reactualizado nuestras estimaciones”. Sin embargo, “si es así, la culpa la tiene el hostigamiento de Ellison”, comentaba Conway desde el llano.

“Hasta cierto punto, ambas partes emplean los tribunales como vía oblicua de negociación”, reflexiona el conjuez Leo Strine, que conduce la causa. “Esto es mitad litigio, mitad negociación”.

Phillip Williamson, copresidente de PeopleSoft, declaró ante Strine que “algunos clientes importantes demoraron pedidos o se pasaron a otros proveedores de software empresario, ante las incertidumbres creadas por la propuesta de Oracle. El CAP era la única forma de proteger sus inversiones”.

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