Opel-Vauxhall: GM no cede ante Magna-Gaz
Otro revés para Angela Merkel, ya próximo a las elecciones de septiembre. El nuevo directorio de General Motors se ha negado a decidir sobre la venta de Opel. Más exactamente, el aporte financiero real de Alemania para timonear la transición.
24 agosto, 2009
<p>Tras el conflictivo retiro de Fiat (hoy aliado a Chrysler) y el alejamiento de la china BAIC, quedaban dos opciones. Eran la rusoaustrocanadiense Magna-Gaz-Svyerbank –en realidad, Olyeg Dyeripaska, operador de Vladyímir Putin- y la financiera belga RHJ. Pero el panorama no es tan simple.<br />
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Por un error geopolitico de Merkel, el estado alemán está detrás de Magna-Gaz- Svyerbank, cuyo presidente Gierman Greif es hombre de Dyeripaska. En otro juego, RHJ es en verdad el fondo extrabursátil norteamericano Ripplewood, cuyo operador era John Smith, ejecutivo de GM misma. Esto no beneficia a la oferta belgoestadounidense.<br />
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Durante el fin de semana hubo febriles reuniones entre todas las partes. Pero el dilema clave lo afronta GM: o cesa de retener Opel-Vauxhall y la libra a su suerte, o desiste del aporte germano. Sólo resta determinar cuál de ambas salidas es menos costosa.<br />
Si vende 55% de la firma a Magna-Gaz-Svyerbank, deberá conformarse con una parte pequeña del futuro paquete y sin influencia sobre su política fabril, pues otro 10% irá al personal de Opel-Vauxhall. En caso de optar por RHJ, deberá tratar con los cuatro países donde tiene plantas O-V: Alemania, Gran Bretaña, España y Bélgica.<br />
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La marca Opel tiene una larga historia, que data de 1862 (carruajes, bicicletas). Sus ventas de 2008 alcanzaron € 25.900 millones, o sea 1.290.000 vehículos. Su personal europeo sumaba 50.000 (la mitad en Alemania, con cuatro plantas), con fábricas también en España, Polonia, Bélgica, Inglaterra (dos) y Rusia. Hasta ahora, todo dependía de un aporte por € 4.500 millones del gobierno germano. <br />
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