Llach y Artana debaten por el IVA

El ex ministro insiste en la necesidad de realizar un cambio impositivo que permita anular el IVA y reemplazarlo por otro gravamen. Artana hace hincapié en la reducción del gasto público.

15 diciembre, 2000

Durante un debate organizado en la Bolsa de Cereales de Buenos Aires, el economista Juan Llach sostuvo que el IVA ha dejado de ser un buen impuesto ya que ha acumulado demasiadas distorsiones, y propuso cambiarlo por un impuesto al consumo.

A su turno, el economista de Fiel, Daniel Artana advirtió que cambiar impuestos no tiene demasiado sentido y que el verdadero debate está dado en bajar el gasto público.

A pesar de las diferencias, ambos economistas coincidieron en que el IVA tiene “un nítido sesgo antiexportador”.

Haciendo una síntesis del escenario económico actual, Llach analizó las posibles formas de salir de la actual “trampa recesiva” y recuperar un sendero de crecimiento.

Aclaró que todavía sobrevuelan los fantasmas del default, y aun logrando el equilibrio fiscal no será suficiente para lograr el despegue. “Hay que crecer”, aconsejó el economista.

Para lograrlo aseguró que hay que mejorar la competitividad de la economía, lo que a su entender significa que en un mundo globalizado “para seducir a Wall Street, hay que trabajar por ejemplo en Rafaela”.

Llach citó al economista Thomas Sargent que opina que para crear confianza hay que producir un cambio profundo y contundente en las reglas de juego que cambien las expectativas, un elemento clave en cualquier gestión económica.

Este cambio debe estar orientado “hacia una substancial mejora de la competitividad, sin comprometer la situación de equilibrio fiscal”, aseguró el ex ministro.

Quien, luego, presentó un pormenorizado análisis sobre “las distorsiones que genera el IVA, cuyo origen, agravado por la alta alícuota y las siderales tasas de interés, está en el hecho de que los contribuyentes le prestan al Estado, generalmente a tasa cero”.

Señaló, como una de las principales desventajas de este gravamen, el encarecimiento de los costos de producción a lo largo de toda la cadena. Respecto de las distorsiones intersectoriales, explicó que “el impuesto tiene un claro y demostrable sesgo antiinversión, antiexportación y anti-pyme”.

Llach continúo se exposición asegurando que el IVA “va contra todo lo que tendríamos que priorizar: mayores inversiones, mayores exportaciones y un fuerte apoyo a las pyme”. Es una clara contradicción que el Gobierno diga que las apoya por un lado y por el otro las castigue con este impuesto que claramente las perjudica”, señaló.

La propuesta que el economista elaboró tiende a reemplazar el IVA por un impuesto al consumo que grava la etapa final en vez de ser una pesada mochila para toda la cadena de producción.

A su turno, Daniel Artana sostuvo que en realidad cambiando el IVA por un impuesto al consumo no se permitiría generar el cambio de régimen buscado por Llach. “Ya se han cambiado impuestos demasiadas veces”, dijo, “a un promedio de un cambio importante cada dos años en la ultima década.” .

El economista de Fiel señala que, a su criterio, el problema no es el IVA y asegura que el debate de fondo, con el cual no se puede estar en desacuerdo, es bajar el gasto publico.

Dijo que “en la medida que los políticos crean que se puede seguir adelante cambiando impuestos, nunca van a bajar el gasto público, que es lo que hay que hacer”.

“El problema es que el Estado no tiene plata, y no la tiene porque es incapaz de recaudar. Es cierto que la recaudación aumentó en la última década, pero la realidad es que el gasto aumentó más que la recaudación.”.

Llach retrucó que las calificadoras internacionales bajan la nota de la Argentina “fundamentalmente porque el ratio de deuda/exportaciones es exageradamente alto”, y que por esa causa “no podemos darnos el lujo de seguir esperando que la clase política se convenza de que hay que bajar el gasto”.

Durante un debate organizado en la Bolsa de Cereales de Buenos Aires, el economista Juan Llach sostuvo que el IVA ha dejado de ser un buen impuesto ya que ha acumulado demasiadas distorsiones, y propuso cambiarlo por un impuesto al consumo.

A su turno, el economista de Fiel, Daniel Artana advirtió que cambiar impuestos no tiene demasiado sentido y que el verdadero debate está dado en bajar el gasto público.

A pesar de las diferencias, ambos economistas coincidieron en que el IVA tiene “un nítido sesgo antiexportador”.

Haciendo una síntesis del escenario económico actual, Llach analizó las posibles formas de salir de la actual “trampa recesiva” y recuperar un sendero de crecimiento.

Aclaró que todavía sobrevuelan los fantasmas del default, y aun logrando el equilibrio fiscal no será suficiente para lograr el despegue. “Hay que crecer”, aconsejó el economista.

Para lograrlo aseguró que hay que mejorar la competitividad de la economía, lo que a su entender significa que en un mundo globalizado “para seducir a Wall Street, hay que trabajar por ejemplo en Rafaela”.

Llach citó al economista Thomas Sargent que opina que para crear confianza hay que producir un cambio profundo y contundente en las reglas de juego que cambien las expectativas, un elemento clave en cualquier gestión económica.

Este cambio debe estar orientado “hacia una substancial mejora de la competitividad, sin comprometer la situación de equilibrio fiscal”, aseguró el ex ministro.

Quien, luego, presentó un pormenorizado análisis sobre “las distorsiones que genera el IVA, cuyo origen, agravado por la alta alícuota y las siderales tasas de interés, está en el hecho de que los contribuyentes le prestan al Estado, generalmente a tasa cero”.

Señaló, como una de las principales desventajas de este gravamen, el encarecimiento de los costos de producción a lo largo de toda la cadena. Respecto de las distorsiones intersectoriales, explicó que “el impuesto tiene un claro y demostrable sesgo antiinversión, antiexportación y anti-pyme”.

Llach continúo se exposición asegurando que el IVA “va contra todo lo que tendríamos que priorizar: mayores inversiones, mayores exportaciones y un fuerte apoyo a las pyme”. Es una clara contradicción que el Gobierno diga que las apoya por un lado y por el otro las castigue con este impuesto que claramente las perjudica”, señaló.

La propuesta que el economista elaboró tiende a reemplazar el IVA por un impuesto al consumo que grava la etapa final en vez de ser una pesada mochila para toda la cadena de producción.

A su turno, Daniel Artana sostuvo que en realidad cambiando el IVA por un impuesto al consumo no se permitiría generar el cambio de régimen buscado por Llach. “Ya se han cambiado impuestos demasiadas veces”, dijo, “a un promedio de un cambio importante cada dos años en la ultima década.” .

El economista de Fiel señala que, a su criterio, el problema no es el IVA y asegura que el debate de fondo, con el cual no se puede estar en desacuerdo, es bajar el gasto publico.

Dijo que “en la medida que los políticos crean que se puede seguir adelante cambiando impuestos, nunca van a bajar el gasto público, que es lo que hay que hacer”.

“El problema es que el Estado no tiene plata, y no la tiene porque es incapaz de recaudar. Es cierto que la recaudación aumentó en la última década, pero la realidad es que el gasto aumentó más que la recaudación.”.

Llach retrucó que las calificadoras internacionales bajan la nota de la Argentina “fundamentalmente porque el ratio de deuda/exportaciones es exageradamente alto”, y que por esa causa “no podemos darnos el lujo de seguir esperando que la clase política se convenza de que hay que bajar el gasto”.

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