Los autos chinos también piden rescate
La industria automotriz china está pidiendo al gobierno de Beijing ayuda oficial para ayudarla a superar la baja de la demanda. Así lo manifestaron altos ejecutivos del sector en entrevistas esta semana.
Por primera vez después de seis años con crecimiento anual de 20% o más, la industria que se ha endeudado fuertemente para construir cada vez más fábricas, sufre un shock.
En su pedido de medidas de emergencia al gobierno chino, los ejecutivos citaron la ayuda que el congreso de Estados Unidos aprobó para ayudar a las automotrices nacionales. Piden menos impuestos para autos nuevos, menor precio en los combustibles y más concesiones para investigación en tecnología de autos híbridos.
Las fábricas están cada vez más abarrotadas de autos sin salida, luego de dos meses – agosto y septiembre – con ventas inferiores al año pasado. Sin embargo, los fabricantes inesperadamente aumentaron 10% el mes pasado sus embarques de nuevos vehículos a concesionarias buscando mantener las fábricas nuevas ocupadas y evitar despidos.
Las cifras correspondientes a octubre, que se conocerán esta semana, podrían revelar más declinación que podría provocar otra ronda de recortes de precios en un mercado los descuentos se están popularizando.
La industria automotriz china afronta varios desafíos simultáneos: debilitamiento del crecimiento económico, caída en los precios de los inmuebles y el desplome del mercado de valores. Todo eso junto hace que los consumidores tengan miedo de gastar. Además, en China el combustible sigue caro a pesar de la caída de los precios del petróleo. Y las exportaciones de autos, en su mayor parte hacia países en desarrollo de Europa oriental, sudeste asiático, África y América latina, están comenzando a tambalear.
La industria automotriz china ya es más grande que la japonesa y, por número de ventas, se aproxima a la de Estados Unidos y toda Europa. China va en camino de vender 10 millones de unidades este año, mientras la demanda en Estados Unidos está cayendo hacia los 14 millones de vehículos.
Los automóviles han tenido un papel central en los planes recientes de Beijing de ascender en la cadena de manufactura y pasar de hacer productos baratos que requieren mano de obra no calificada a fabricar productos más avanzados. Con esa meta, el gobierno chino ha dado mucha ayuda a la naciente industria automotriz, con fondos para invertir en investigación y desarrollo, además de préstamos de bancos estatales.
Pero ahora hay desacuerdo entre los miembros de la industria sobre la mejor manera en que el gobierno puede ayudar. Algunas empresas, como Geely, piden que el gobierno las ayude con dinero para desarrollar autos híbridos a gasolina y eléctricos y otras tecnologías para las cuales la inversión en investigación podría cortarse si no se recuperan las ventas.
En cambio Zheng Qinghong, gerente general de Guangzhou Auto, una de las más grandes automotrices chinas, cree que lo que la industria necesita es que el gobierno ayude a los consumidores a recuperar el entusiasmo por comprar autos.
<p>Por primera vez después de seis años con crecimiento anual de 20% o más, la industria que se ha endeudado fuertemente para construir cada vez más fábricas, sufre un shock. <br />
En su pedido de medidas de emergencia al gobierno chino, los ejecutivos citaron la ayuda que el congreso de Estados Unidos aprobó para ayudar a las automotrices nacionales. Piden menos impuestos para autos nuevos, menor precio en los combustibles y más concesiones para investigación en tecnología de autos híbridos. <br />
Las fábricas están cada vez más abarrotadas de autos sin salida, luego de dos meses – agosto y septiembre – con ventas inferiores al año pasado. Sin embargo, los fabricantes inesperadamente aumentaron 10% el mes pasado sus embarques de nuevos vehículos a concesionarias buscando mantener las fábricas nuevas ocupadas y evitar despidos. <br />
<br />
Las cifras correspondientes a octubre, que se conocerán esta semana, podrían revelar más declinación que podría provocar otra ronda de recortes de precios en un mercado los descuentos se están popularizando. <br />
<br />
La industria automotriz china afronta varios desafíos simultáneos: debilitamiento del crecimiento económico, caída en los precios de los inmuebles y el desplome del mercado de valores. Todo eso junto hace que los consumidores tengan miedo de gastar. Además, en China el combustible sigue caro a pesar de la caída de los precios del petróleo. Y las exportaciones de autos, en su mayor parte hacia países en desarrollo de Europa oriental, sudeste asiático, África y América latina, están comenzando a tambalear. <br />
<br />
La industria automotriz china ya es más grande que la japonesa y, por número de ventas, se aproxima a la de Estados Unidos y toda Europa. China va en camino de vender 10 millones de unidades este año, mientras la demanda en Estados Unidos está cayendo hacia los 14 millones de vehículos. <br />
<br />
Los automóviles han tenido un papel central en los planes recientes de Beijing de ascender en la cadena de manufactura y pasar de hacer productos baratos que requieren mano de obra no calificada a fabricar productos más avanzados. Con esa meta, el gobierno chino ha dado mucha ayuda a la naciente industria automotriz, con fondos para invertir en investigación y desarrollo, además de préstamos de bancos estatales. <br />
<br />
Pero ahora hay desacuerdo entre los miembros de la industria sobre la mejor manera en que el gobierno puede ayudar. Algunas empresas, como Geely, piden que el gobierno las ayude con dinero para desarrollar autos híbridos a gasolina y eléctricos y otras tecnologías para las cuales la inversión en investigación podría cortarse si no se recuperan las ventas.<br />
En cambio Zheng Qinghong, gerente general de Guangzhou Auto, una de las más grandes automotrices chinas, cree que lo que la industria necesita es que el gobierno ayude a los consumidores a recuperar el entusiasmo por comprar autos. </p>
