Las dos automotrices de Detroit quieren US$ 14.000 millones más
La factura por rescatar a General Motors y Chrysler (Cerberus Capital Management) pasó de US$ 17.400 a 31.400 millones: 80,5% más. Ambas compañías necesitan el adicional para no caer en la insolvencia. Prometieron drásticos recortes operativos.
18 febrero, 2009
<p>Eventualmente, las dos empresas esperan lograr equilibrio entre pesadas estructuras de costos y un mercado que no quiere comprar. Mucho menos, vehículos caros o traganafta. Para ello, GM despedirá 47.000 de sus 244.000 empleados en el mundo (19,3% del total), cerrará cinco plantas más en Estados Unidos-Canadá (mantendrá 33) y reducirá a cuatro o cinco las marcas principales: Chrevrolet, Cadillac, Buick, GMC (camiones) y Pontiac.<br />
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La compañía desistirá del Saturn, un modelo que nunca funcionó y menos como rival de Honda. Entretanto, la crisis sectorial exige rapidez a la fuerza de tareas automotriz presidencial (FTA), armada en el nivel de gabinete para supervisar la reestructuración de GM y Chrysler. Ford Motor queda fuera, pues no ha pedido efectivo a los contribuyentes.<br />
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El deterioro financiero de ambas firmas pone a Obama en un dilema poco agradable. Por una parte, darles el dinero sin estar seguro de que no volverán a pasar el sombrero. Por otra, rechazar los pedidos y dejarlas sin otra opción que la bancarrota. <br />
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La fuerza de tareas inicia la próxima semana el estudio de las propuestas, que le llevará tiempo, pues involucra acreedores, proveedores, concesionarios, sindicatos y ejecutivos. Todos deben contribuir a tornar viables las empresas y, al 31 de marzo, el grupo dictaminará si lo son.<br />
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