Kerkorian: GM debiera fusionarse con Nissan-Renault para sobrevivir
Kirk Kerkorian, el magnate especulador que tiene 9,9% del paquete General Motors, propone una alianza de ésta con la japonesa Nissan y la francesa Renault. Ambas ya actúan juntas bajo la égida de Carlos Ghosn, un brasileño de origen árabe.
A través de Tracinda, el brazo inversor de Kerkorian, éste presiona a GM para integrar una comisión con esas dos firmas “para explorar posibilidades inmediatas de una asociación plena entre las tres empresas”. Según un evetual acuerdo, Nissan-Renault tomarían participación minoritaria en GM.
En la situación actual, la francesa Renault –donde tiene acciones el estado galo- tiene 44% de Nissan, de donde proviene Ghosn. Pero, en ventas y volumen, la japonesa es más grande que su controlante. Juntas, son el cuarto conglomerado automotor del mundo, tras Toyota Motor, GM y Ford.
La propuesta de Tracinda fue formulada este viernes por carta a Richard Wagoner, presidente ejecutivo de GM, que la pasó inmediatamente al directorio para su análisis. Mientras éste aclaraba no haber recibido señal alguna de Nissan-Renault, la alianza optó por mantenerse en silencio
La movida de Kerkorian sacudió a analistas, accionistas, inversores y hasta funcionarios de tres gobiernos (Estados Unidos, Francia, Japón). También puso en pie de guerra a la surcoreana Daewoo, las subsidiaria más próspera de GM, que compite con Nissan en China y otros mercados,
.
Sin duda, el megafinancista busca canales para reconstruir el efectivo de GM. Costos laborales y sociales pero, esencialmente, la decadencia de los utilitarios deportivos llevó a un déficit de US$ 10.600 millones en el balance de 2005. Una alianza como la propuesta ahorraría en el futuro costos por desarrollo de productos. Además, permitiría contar con Ghosn, un verdadero experto en sacar automotrices de problemas, y brindaría la oportunidad de retirar a Wagoner en forma no traumática.
David Kudla, directivo de Mainstay Capital Management, estimas quye una eventual asociación aportará a GM “fondos líiquidos por US$ 3.000 millones y potenciales ventajas estratégicas”. Otros son escépticos, pero reconocen que Kerkorian muestra un activismo raro en General Motors.
A través de Tracinda, el brazo inversor de Kerkorian, éste presiona a GM para integrar una comisión con esas dos firmas “para explorar posibilidades inmediatas de una asociación plena entre las tres empresas”. Según un evetual acuerdo, Nissan-Renault tomarían participación minoritaria en GM.
En la situación actual, la francesa Renault –donde tiene acciones el estado galo- tiene 44% de Nissan, de donde proviene Ghosn. Pero, en ventas y volumen, la japonesa es más grande que su controlante. Juntas, son el cuarto conglomerado automotor del mundo, tras Toyota Motor, GM y Ford.
La propuesta de Tracinda fue formulada este viernes por carta a Richard Wagoner, presidente ejecutivo de GM, que la pasó inmediatamente al directorio para su análisis. Mientras éste aclaraba no haber recibido señal alguna de Nissan-Renault, la alianza optó por mantenerse en silencio
La movida de Kerkorian sacudió a analistas, accionistas, inversores y hasta funcionarios de tres gobiernos (Estados Unidos, Francia, Japón). También puso en pie de guerra a la surcoreana Daewoo, las subsidiaria más próspera de GM, que compite con Nissan en China y otros mercados,
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Sin duda, el megafinancista busca canales para reconstruir el efectivo de GM. Costos laborales y sociales pero, esencialmente, la decadencia de los utilitarios deportivos llevó a un déficit de US$ 10.600 millones en el balance de 2005. Una alianza como la propuesta ahorraría en el futuro costos por desarrollo de productos. Además, permitiría contar con Ghosn, un verdadero experto en sacar automotrices de problemas, y brindaría la oportunidad de retirar a Wagoner en forma no traumática.
David Kudla, directivo de Mainstay Capital Management, estimas quye una eventual asociación aportará a GM “fondos líiquidos por US$ 3.000 millones y potenciales ventajas estratégicas”. Otros son escépticos, pero reconocen que Kerkorian muestra un activismo raro en General Motors.
